jueves, 24 de junio de 2010

Columna

Memorandum

¿CASTIGARÁN A LOS ALCALDES MOROSOS?
Con la agilidad que se trabaja en el Congreso del Estado de Guerrero seguramente estarán preocupados los 16 alcaldes, que según serán llevados a juicio político, al no haber entregado en tiempo y forma sus cuentas públicas cuatrimestrales y la anual del 2009.
El día de ayer, el presidente de la comisión de gobierno, el diputado priísta Héctor Vicario Castrejón, desenfundó la espada de la justicia asegurando que no se habrá de solapar a nadie en éste procedimiento, en virtud de que los presidentes municipales «demandados» ya tuvieron suficiente tiempo para entregar los informes financieros a la Auditoría General del Estado, por sus siglas AGE, y que éstos no lo hicieron.
Es evidente, que a Héctor Vicario Castrejón se le da el protagonismo. Es propenso a caer en la tentación de estar en los reflectores. El tema de los 16 alcaldes denunciados por la AGE, parece ser un buen pretexto para robar cámara e intentar subir algo sus bonos que lucen en la lona. Tan es así, que de sus aspiraciones por la gubernatura ya pocos se acuerdan.
Pero se olvida el presidente de la comisión de gobierno, que el mejor político no es el que habla bonito o promete muchas cosas, sino aquél que trabaja y entrega resultados.
En ese sentido, si somos realistas, Héctor Vicario Castrejón no tiene nada que presumir. Por el contrario, es antecedido por una trayectoria legislativa gris. Ya fue diputado federal y senador de la república y de sus gestiones no se sabe que haya hecho algo importante. Hoy en el Congreso Local el saldo es raquítico. Existe un rezago impresionante en las diferentes comisiones.
La parálisis legislativa ha sido uno de los ingredientes principales de la LIX Legislatura. Ahí, en esa clase de resultados, se ve la mano de un político de escaso nivel. De un Héctor Vicario Castrejón que parece tener otras prioridades, como lo es el futuro del grupo político de su jefe, el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.
Por eso los trabajos legislativos están empantanados. Se trabaja a una lentitud asombrosa. Lo cual indica que el procedimiento que se aplicaría a los alcaldes va para largo.
En ese contexto, los presidentes municipales ni se han de acongojar de las declaraciones de Héctor Vicario. Al contrario, no les han de dar tanta importancia o inclusive podría hasta estarse riendo.
Si en el Congreso de Guerrero no salen asuntos más sencillos, mucho menos saldrán con prontitud las denuncias en contra de los presidentes municipales. Y no porque la comisión responsable, en éste caso la instructora, no tenga interés en hacer bien las cosas. Sino porque esto viene desde la cabeza del Congreso. Porque es, desde donde surge la parálisis. Esa es la cuestión. Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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