miércoles, 2 de junio de 2010


En Guerrero nadie
respeta nuestras Leyes
Alvaro Leyva Reyes
Al periodista y escritor Tomás Tenorio Galindo, por su valiente y bien documentado libro Un Asesinato Político, cuyo tema fundamental es el crimen político de Armando Chavarría Barrera, aunque ya los chayoteros, los sicarios de la pluma, al servicio del brutal Zeferino Torreblanca Galindo pretenden descalificarlo como si ellos hubieran pasado por una Universidad.
No es una comedia de enredos, sino el más claro ejemplo de que en Guerrero nadie respeta nuestras leyes, aquí se violan todos los días el Estado de Derecho, la Constitución Política del Estado de Guerrero y la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Guerrero (LIPEEG). El mismo gobernador Zeferino Torreblanca Galindo pone el mal ejemplo, al no enviar la terna de abogados al Congreso del Estado para que se nombre al nuevo Procurador de Justicia; y hacer declaraciones públicas irresponsables como que los aspirantes al gobierno están relacionados con el narcotráfico. Si quien debe ser el primero en someterse al Estado de Derecho, el titular del poder ejecutivito local, no lo hace; pues también Manuel Añorve Baños, del PRI; y Armando Ríos Píter, del PRD, tampoco respetan nuestras normas jurídicas ¿entonces como quieren ser gobernadores sin obedecer nuestras leyes? ¿serían igual que el borracho seco?
Armando Ríos Píter hace la combinación perfecta del cinismo, y cae en la tontería cabal del aprendiz de brujo que sale chamuscados por malabarear bolas de fuego. Y luego finge demencia que él no está haciendo campaña anticipada con grandes espectaculares en las ciudades más importantes de la entidad, otros compran espacios en revistas de lujo como La Costa y « «chayotean» a pseudoperiodistas que siempre han vivido del «chayo», porque no saben hacer algún trabajo productivo ya que no estudiaron, son parásitos de la desinformación y del alago fácil.
Los diputados Sofío Socorrito Ramírez, Jorge Salgado Parra y Mario Moreno Arcos, porque, en lugar de legislar, se han convertido en voceros oficiosos de Ángel Aguirre, quien no ha entendido que ya bailó y lo hizo mal, asesinatos de periodistas y luchadores sociales, enriquecimiento e impunidad, distinguen a su gobierno interino, por ello: que mejor amarre a sus perros. Por su parte, Héctor Astudillo Flores, también ya tuvo su oportunidad, hizo una pésima campaña de gobernador, sin embargo, se ha enriquecido, ahora es un empresario de la educación, es dueño del colegio particular más caro de Chilpancingo y otro que tiene en Cuernavaca, Morelos. Además, todos los días las radiodifusoras de esta capital reciben quejas de los habitantes de las colonias populares en el sentido de que no tienen agua, calles destrozadas, llenas de basura, e inseguridad pública.
Añorve y Astudillo, deben entender que los ciudadanos que votaron por ellos, para que los dos llegaran por segunda ocasión a la presidencia municipal de Acapulco y Chilpancingo, respectivamente, fue para un periodo de casi cuatro años, sin embargo, se comportan como «chapulines electoreros», al pretender dejar colgados de la brocha gorda a quienes le depositaron su confianza en las urnas. No se vale que jueguen con la voluntad popular. Pero además, no han demostrado ser buenos administradores públicos.
El PRI para poder recuperar el gobierno del Estado de Guerrero, el primer requisito es que haya unidad en el priismo, sin embargo, tanto Ángel Aguirre como Manuel Añorve, ambos dicen que ninguno de los dos representan la unidad. Este último tiene mucho que perder haciendo una campaña fuera de tiempo; en tanto que Ríos Píter no tiene nada que perder, no corre ningún riesgo, él sabe que no tiene identidad partidista, pues ha estado en el PRI y con el PAN con Florencio Salazar Adame, y luego entre amarillo y azul de Zeferino, si llegara a lograr la candidatura por el PRD mediante la compra de sus dirigentes avanzaría mucho, aunque perdería irremediablemente la elección, porque en la ciudadanía hay un enorme desencanto porque definitivamente el PRD no sabe gobernar.
Si Añorve y Aguirre, dos de los más adelantados del PRI no son garantía de unidad, entonces, puede haber un tercero en discordia, y esos pueden ser Efrén Leyva Acevedo y Héctor Vicario Castrejón, el primero porque es quien tiene el control de la estructura del priismo guerrerense, y el segundo por ser presidente de la Comisión de Gobierno del H. Congreso.
En relación a los consejeros electorales del Instituto Electoral del Estado de Guerrero, los siete no tienen calidad moral, pues fueron impuestos y ratificados por la cúpula de los diputados del PRD (4 consejeros), y por el PRI (3 consejeros), pero deberían de legitimarse eliminando la propaganda carísima de los adelantados y si se ponen flamencos, les pueden negar el registro cuando pretendan registrarse.
Posdata 1: ¡En un juego de ajedrez, para darle jaque mate a Armando Chavarría Barrera, se necesitó: dos peones, un alfir y una torre blanca!. Ahora a Zeferino Torreblanca Galindo, el libro de Tomás Tenorio lo pone en jaque mate, ¿O resuelve el caso de Armando Chavarría o carga con la responsabilidad de haberlo asesinado?
Posdata 2: Sergio Maldonado Santos, Dirigente del Frente Juvenil Revolucionario (F.J.R.) del Partido Revolucionario Institucional (P.R.I.) entregó nombramientos a la estructura estatal que lo acompañará durante 3 años en dicha responsabilidad. Donde dejó en claro: que es la generación transformadora con fuerza y acción de un partido histórico de la Revolución Mexicana.
* Analista político. Universidad Complutense de Madrid.

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