martes, 8 de junio de 2010

IEEG supera el calificativo
de ser un elefante blanco

Tino Gatica.—Debido a la presión social que diera legalidad, transparencia y certidumbre a los comicios para las alcaldías municipales, diputaciones locales y federales así como senadurías e incluso para ser un árbitro imparcial en algún otro episodio de la vida política en la geografía guerrerense, el Instituto Estatal del Estado de Guerrero (IEEG) se encuentra en este año 2010 en una encrucijada: hacer valer las leyes o dejar que la vorágine, astucia y colmillo de los avezados hombres de carrera política lo engullan y lo hagan pagar el precio de su inmadurez e incapacidad.
Y todo indica en que es lo segundo, que el colmillo largo y retorcido de los remedos de estadistas le están comiendo el mandado al IEEG que presidente César Gustavo Ramos Castro. Los precandidatos de los partidos del Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática se están sirviendo con la cuchara grande en el terreno del abuso de la publicidad.
La maña y agandalle se está imponiendo sobre un conjunto de normas que no han sido aplicadas ni hechas valer por el IEEG que se encuentra completamente disminuido y falto de credibilidad, pues el puñado de seudo demócratas no quieren imponerse a los precandidatos que en sus excesivos abusos de poder, se han extendido en la toma de los espacios públicos, tanto por aire, mar y tierra, literalmente.
Si por principio de cuentas Manuel Añorve Baños y Ángel Aguirre Rivero demostraron el músculo anticipadamente, uno de sus rivales perredistas (Armando Ríos Píter) también hizo lo propio y ahora el territorio Jaguar es un concepto que lo indentifica, aunque su malicia lo impide reconocerlo públicamente, además es el delfín del gobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, el señor gobernador para unos y el tirano para otros.
Posterior a la osadía solapada por la indiferencia del presidente del IEEG y sus demás integrantes, otros más se apuntaron para dejarse mirar aunque fuera por medio de publicidad: Lázaro Mazón Alonso y David Jiménez Rumbo, del partido del delfín del gobernador, pero ayunos de popularidad y presencia social. Es cierto que propusieron leyes interesantes, pero no avanzaron más, confiando en que el PRD se mantiene por sus propios méritos o quizá considerando que todavía cuentan con el voto duro. Sí Chucha cómo no.
En ese contexto, el Instituto Estatal Electoral de Guerrero se ha hundido en la inmediatez de la simulación, en la apatía, negligencia y solapamiento a los excesos de los políticos (puros varones por cierto, sin que una mujer de esos o de otros partidos diga esta boca es mía) que se muestran avasalladores y que están desbocados, sin que exista freno para detenerlos. La pasividad social es otro de los ingredientes que propician estos abusos.
Ponderando lo anterior, este IEEG definitivamente se perdió en la oscuridad de la complicidad y del solapamiento, pues en caso contrario habría aplicado la normatividad que se sustenta en un marco legal y jurídico, por lo que ya quedó rebasado y ahora no tendrá seriedad ni aportará la certeza de que el próximo proceso electoral estará circunscrito al Estado de derecho.
Otro de los dilemas que enfrenta el IEEG es que su oficina de Prensa y Relaciones Públicas, a cargo de Marisela Reyes, hasta donde sé, solamente sirve para delinear una falsa idea de contratos y convenios de publicidad, que sirven solamente para generar desvíos de recursos financieros en el pago a los amigos y amigas periodistas, que dizque cubren esa fuente.

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