viernes, 30 de julio de 2010

Columnas

Entre la verdad y la ficción
Jorge Luis Falcón Arávalo

MUERTO AL LLEGAR. . .
«Placer y pena son los dos únicos resortes que mueven y moverán el mundo».-Claude Adrien Helvétius-
El calentamiento de la tierra, es un fenómeno que causa severos problemas, tanto en la salud de lo seres humanos, como en las economías. Es decir está matando humanos y desapareciendo o transmutando especies de insectos y otro tipo de animales en diversas partes del mundo. Lo vemos en los medios masivos.
En México, es un asunto con relación directa a la educación. Porque es precisamente esencial que desde la escuela primaria, donde se debe fomentar que el destruir nuestro entorno natural nos crea severos problemas, entre ellos, la muerte de la especie humana y animales; así como la transformación del mundo vivencial.
Los gobiernos en sus tres niveles de jerarquía no cuentan con proyectos prácticos ni realizables para lograr objetivos claros y precisos en cuanto al sostenimiento de nuestra flora y fauna; operables estos por la propia sociedad y en las escuelas en sus niveles básicos donde el fomento a estos cuidados deberá ser parte ejecutiva de trabajos diarios y de campañas efectivas.
Hay programas gubernamentales, burocráticos y oficiosos de mayor proyección publicitaria y propagandística para la administración; que en vez de dar el ejemplo del cuidado y saneamiento de nuestro ecosistema, prohíja un falso trabajo en pro del ambiente natural.
Los padres de familias son parte fundamental y ordenada para que los hijos entiendan que el deteriorar nuestra naturaleza, causará daños en su persona en la manera de convivir con los elementos naturales, como son los rayos solares y las lluvias.
El destruir y devastar árboles que son productores de oxígeno, nos condena a muerte por sellar esta «fábrica» del elemento esencial para la supervivencia de todo ser que pobla sobre la faz de la tierra. Lo mismo sucede al desviar el curso de ríos o arroyos, como se ha venido acostumbrando, causa infortunios en vidas humanas y perdidas de muebles e inmuebles. Tal parece consigna de las autoridades gubernamentales.
Luego entonces, México es el único país del norte de América, que cuenta con cientos de proyectos y programas de gobierno en torno a la ecología; pero no son aplicados, esto motivado porque los dineros de éstos y los esfuerzos de sus encargados están más enfocados para fortalecer la imagen y presencia del gobernante, que en proporcionarle a la sociedad los principios elementales para saber y entender que preservar nuestro ambiente nos hará un país limpio y sano. Es decir concederle salud, como debe ser primicia de gobierno honesto y decente.
Cruel espectáculo se observa en todas las carreteras del México Bi-centenárico, que están saturadas de envases de plástico (llamados pet), llantas de unidades automotrices y basura animal que contamina no tan solo el ambiente, el aire que respiramos, sino los mantos friáticos. Suelos y tierras cultivables infectadas por elementos tóxicos que envenenan los productos sembrados y consumibles. Esto es alarmante, porque estamos convirtiendo nuestro entorno, en una gran letrina; es decir, un estercolero. Estamos creando contagio, infecciones y muerte.sin.marca@gmail.com

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