miércoles, 7 de julio de 2010

Principal de Primera Plana


Desaparecieron 30mdp
en el Congreso, revelan
Beto Jiménez.—El Congreso del Estado tiene un faltante (desvío, desaparición o robo) de 30 millones de pesos, que son imputados al difunto diputado Armando Chavarría Barrera, entonces presidente de la Comisión de Gobierno y coordinador de la fracción del PRD.
Jesús Heriberto Noriega Cantú, director de Administración y Finanzas, se «lava las manos» y dice que fue el legislador perredista quien dispuso de esa cantidad. Los 30 millones de pesos están desaparecidos, ante la complicidad del diputado priísta Héctor Vicario Castrejón, ahora presidente de la Comisión de Gobierno y coordinador del PRI en el Congreso. Otros dicen que son 26 millones pesos, pero de que hay faltante hay enojo por esta defraudación.
Ahora el diputado perredista Celestino Cesáreo Guzmán, coordinador de la fracción del PRD y presidente de la Mesa Directiva del Congreso finalmente reacciona y le pide la renuncia al Director de Administración y Finanzas, Jesús Heriberto Noriega Cantú por incompetente y falta de institucionalidad. Tiene las horas contadas, para renunciar, de lo contrario, su caso será ventilado en la sesión de la Comisión Permanente, para que el Pleno del Congreso decida su destitución, aunque lo encubrirán por una supuesta lista de diputados faltantes a quienes no se les descontaron.
Jesús Heriberto Noriega Cantú nunca fue propuesta de la fracción del PRD, es producto de una negociación de Rubén Figueroa Alcocer con Armando Chavarría Barrera (ahora occiso), atestiguó el diputado Héctor Vicario Castrejón, por estas componendas fue impuesto en el Pleno del Congreso del Estado como Director de Administración y Finanzas.
Su camuflaje en el PRD protegido en el Polo Guerrerense de Izquierda (PGI), son evidentes. Y como no desconfiar si trabajó con los gobernadores Angel Heladio Aguirre y René Juárez Cisneros, precisamente por recomendación de Rubén Figueroa Alcocer, cuota que le valió ser el caballo de Troya en varias decisiones del Congreso cuando fue diputado y en el gobierno como secretario de Desarrollo Social.
Por cierto su presunta amante Mayra García Díaz es directora del museo interactivo «La Avispa» de Chilpancingo, desde hace 10 años. Se enfiló con el gobernador Carlos Zeferino Torreblanca  Galindo y la ratificó.
A Jesús Heriberto Noriega Cantú, se le recuerda como el delator de la guerrilla en la guerra sucia, también lo conocen como el guerrillero arrepentido, gracias a su traición murieron varios guerrilleros y gente inocente.
Su vida ha sido nebulosa, oscura traicionera, discreto, doble lenguaje siempre al servicio de Rubén Figueroa padre e hijo; siempre protegido y al servicios de los caciques, hasta le ayudaron ha fundar el Partido de la Revolución del Sur, donde amaso fortunas.
Jesús Heriberto Noriega Cantú con Demetrio Saldivar Gómez, dueños del desaparecido Partido de la Revolución del Sur (PRS) chantajeaban a medio mundo, uno hacia de malo y el otro de bueno, como actualmente hacen los agentes ministeriales, los narcos y algunos que se dicen políticos.
Ahora Demetrio Saldivar Gómez enquistado en el PRD, encubierto en la corriente Democracia Social, al igual que Jesús Heriberto Noriega Cantú, que se alberga en el Polo Guerrerense de Izquierda, finalmente dos mercenarios en el PRD, protegidos por los aún senadores David Jiménez Rumbo (narco) y Carlos Sotelo García (gato de Televisa).
A Heriberto Noriega le vale madres lo que digan el sigue aprovechándose de las relaciones con Rubén Figueroa Alcocer y de las oscuras negociaciones que obtuvo con Armando Chavarría Barrera. Por ejemplo, en El Sur se publica lo siguiente, y no pasa nada en el PRD:
El ex presidente estatal del PRD, ex diputado y ex preso político, Octaviano Santiago Dionicio, criticó el ingreso del ex presidente del Partido de la Revolución del Sur (PRS), Heriberto Noriega Cantú, al PRD, y anunció que va a acompañar a un grupo de perredistas que va a presentar querella ante el servicio electoral y la Comisión de Garantías y Vigilancia para echar atrás ese ingreso. 
Octaviano Santiago Dionicio, reconocido luchador social desde la década de setenta, que fue encarcelado en la época de la guerra sucia contra la guerrilla, manifestó que «el PRD no puede admitir en sus filas a personajes con pasado cuestionable como Heriberto Noriega Cantú, su hermano, y otros que le acompañaron en la época del figueroísmo salvaje».
Opinó que la dirección estatal del PRD, en particular el presidente, Sebastián de la Rosa, «se aceleró al pretender tomarle la protesta a Noriega Cantú, a sabiendas que el estatuto del PRD se lo impide, debido a que en el pasado estuvo al servicio de la represión».
Afirmó que el estatuto del PRD establece claramente que no podrá ser miembro del partido aquél que tenga antecedentes de estar ligado a actos de represión.
Aseguró que «Noriega Cantú estuvo ligado de una y mil formas a la política criminal de Rubén Figueroa Figueroa, en la que tuvo el papel de delator», y señaló el caso del profesor universitario y dirigente del PRD, Eloy Cisneros Guillén.
En la década del 70, durante la gubernatura de Figueroa Figueroa, Noriega fue uno de los «guerrilleros arrepentidos» que se pasaron a colaborar con el gobierno, y delataron a sus ex compañeros de los movimientos armados de esa época, o fabricaron acusaciones falsas a dirigentes sociales para que los reprimieran. Octaviano Santiago afirmó que Noriega «hizo daño» a los movimientos populares y a la izquierda, que actuó como delator consciente, y que a cambio obtuvo prebendas del gobierno, y se convirtió en «el arrepentido más querido de Figueroa».
Después fue líder estatal del Partido Popular Socialista durante el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu y de Rubén Figueroa Alcocer; secretario de Desarrollo Social en el periodo de Ángel Aguirre Rivero, y líder del Partido de la Revolución del Sur, con registro sólo en Guerrero, y diputado local en el gobierno de René Juárez. 
El 14 de mayo, el presidente estatal del PRD, Sebastián de la Rosa, presentó a Noriega como nuevo integrante del PRD con otros 12 ex miembros del PRS.

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