martes, 7 de septiembre de 2010

Columnas

Memorandum
Gerardo Ruano Cástulo
¿CUESTIONAR A RICARDO
MORENO ARCOS?
La honorable y respetable licenciada, hoy diputada local, Guadalupe Gómez Bermeo, salió al paso para cuestionar las declaraciones emitidas por su homólogo, el legislador local, representante del primer distrito, Ricardo Moreno Arcos, ante su pronunciamiento en respaldo a la candidatura de Angel Heladio Aguirre Rivero, quien habrá de encabezar la mega alianza anti-PRI.
Como se recordará, el legislador habría hablado sobre su simpatía con el proyecto del precandidato de la Coalición «Guerrero nos une» y que de igual manera, había cinco diputados priístas más que están en la misma situación. Agregando que en la semana que transcurre la cifra se podría incrementar a ocho diputados del PRI.
Al respecto, Gómez Bermeo buscó cuestionar la situación por el lado ético, en el sentido de que no se ve bien que alguien que milita en su partido, apoye a un candidato diferente.
Pero la honorable mujer que nació en el presupuesto y que siempre ha mamado del presupuesto, sin que, por cierto, se sepa que haya hecho algo importante, más que, al parecer incrementar su patrimonio familiar o personal, olvidó que desde su partido han estado alentado a los militantes de la izquierda para que se revelen y no voten por Angel Heladio Aguirre Rivero. O sea, que los perredistas, petistas y convergentes si tienen derecho de votar en contra de su candidato. ¿Y por qué entonces los priístas no?
Ahora bien, el asunto en el PRI parece estar muy claro. «El pleito» de los seguidores del precandidato de la izquierda no es en contra del Tricolor, sino con aquellos que se empeñan en seguir teniendo en sus manos las riendas de un partido al que han despedazado. ¿Qué no acaso, los que ungieron a Manuel Añorve Baños, léase Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros, fueron los mismos que entregaron el poder al empresario Carlos Zeferino Torreblanca Galindo?
La lucha de los priístas que respaldan al senador Angel Heladio Aguirre Rivero, al no renunciar a su militancia, envía un mensaje nítido de que buscan generar un cambio, no solamente en el gobierno, sino que también en su partido.
Es indudable, que existen cacicazgos y prácticas nocivas que han afectado enormemente al PRI. Por eso fueron sacados de Casa Guerrero. Ante ello, se dijo que habrían de cambiar. ¿Y qué paso? A la vuelta de seis años se volvieron a echar en brazos de quienes hicieron posible la debacle.
Tal vez no sea ética la postura de Ricardo Moreno, pero dentro del actual PRI, es complicado encontrar a alguien que tenga la calidad moral suficiente como para cuestionarlo. Guadalupe Gómez Bermeo es la menos indicada. Porque pertenece a ese PRI de los privilegios y las canonjías. Es casi seguro, que su postura obedece más a sus intereses personales que a los de su partido. Posiblemente le dieron escalofríos de pensar que podría quedar fuera del presupuesto.
Y es que, más allá de lo ético, la preocupación real de los priístas, con relación a las declaraciones del diputado Ricardo Moreno Arcos, es que el boquete se siga haciendo cada vez más grande. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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