miércoles, 8 de septiembre de 2010

PRIMERA PLANA


Fiesta hoy en Tixtla, día de
La Virgen de la Natividad

Texto y fotos: Javier Francisco Reyes.—El fresco de la madrugada es ideal para caminar 15 kilómetros y cumplir una manda o solamente ir de visita para pedirle un favor a la Virgen de la Natividad que se encuentra en la cabecera municipal de Tixtla.
Este 8 de septiembre el barrio del Santuario de Tixtla se convierte en una verdadera romería, con tantos peregrinos y voraces comerciantes ambulantes de todos los giros, destacando anuncios «baños 3 pesos», «sanitarios 3 pesos, pase usted».
Desde muy de madrugada habitantes de Chilpancingo toman la serpenteada carretera federal exponiéndose a ser arrollados por un cafre mismos que predominan en esa vía sin respetar a los andarines que van con mucha devoción a visitar a la Virgen de la Natividad en su cumpleaños.
Grupos de personas emprenden de muy de madrugada su caminar en la que se observan mujeres abrazando a sus pequeños, otras se hacen acompañar con otras y por el silencio de la mañana se escuchan disparates tanto de estas como de hombres y jóvenes, todos con atuendos deportivos y abrigados para amainar el frío de la mañana.
El trayecto comienza a la altura de la colonia Indeco de esta capital, paulatinamente se va recorriendo el trayecto con el encuentro a la naturaleza, por el momento no se observa, solo se perciben olores de la vegetación, se escuchan ruidos del correr del agua en las barrancas y se puede constatar con la luz del día muchas cruces en que han perdido la vida personas, entre ellas la del profesor Rosalino Melchor Navarrete quien se accidentara el primero de enero del 2000, frente a la prensa del Molin, así como derrumbes y la infinidad de basura.
A la mitad del camino en el punto conocido como Machohua una persona aborda a los devotos de La Virgen de la Natividad y les entrega bolsas de agua, en esta ocasión no hubo café ni pan.
La alborada en el oriente saluda a los caminantes cuando ya son 13 kilómetros de recorrido se observa al fondo la laguna de Los Espejos de los Dioses, tierra de los próceres Ignacio Manuel Altamirano y del consumador de la independencia Vicente Guerrero Saldaña y pasando por la combativa normal de Ayotzinapa personas entregan cartoncitos de refrescos y otros ofrecen café y hasta pozole para esas horas ya el sol pega de frente, hace sed y hambre y se observa el valle de Tixtla.
A los pocos minutos se mira un anuncio que cruza a lo ancho de la carreta federal diciendo «Bienvenidos a Tixtla» y en minutos los desvelados caminantes arriban a la iglesia adornada en su frente con milenarios sabinos, no solamente los visitantes sino también los comerciantes se remolinan gracias a la festividad y por supuesto las autoridades municipales cobran impuestos y el comité de desarrollo del barrio de El Santuario cuando terminen los festejos religiosos habrán de reclamar cuentas.
A casi tres horas de camino de la capital a Tixtla, los devotos «Natis» se postran al pie del altar de la milagrosa Virgen de la Natividad, le agradecen, le piden y se persignan para después regresar a sus lugares de origen esperando algún milagro o sentirse satisfecho de haber cumplido una manda.

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