miércoles, 6 de octubre de 2010

Columnas

Memorándum
Gerardo Ruano Cástulo

EL RIDÍCULO AÑORVISTA.
En aras de balconear a los diputados locales priístas que han expresado su respaldo al senador con licencia, Angel Heladio Aguirre Rivero, desde el bando Añorvista habrían enviado una fotografía del candidato del PRI en donde fue recibido por la fracción priísta del Congreso Local. En ella aparecen parte de los legisladores «aguirristas».
Evidentemente, la gráfica llevaría la intención de exhibir a los diputados, que según, días antes, le habrían jurado lealtad a su partido y al abanderado priísta. Y para completar la obra, ese mismo día, el delegado especial, Fernando Moreno Peña, habría calificado como traidores a los legisladores locales que se reunieron con Angel Heladio Aguirre Rivero.
La inserción de la mentada fotografía, por lo añeja, podría representar un acto desesperado de los añorvistas, ante una realidad palpable. La única irrefutable. Muchos son los priístas que van a ir a votar el 30 de enero del próximo año por Ángel Aguirre Rivero, sin importar que sea candidato de una alianza de partidos, identificada como de izquierda y encabezada por el PRD.
Desde ahora, hay que decirlo, comienzan a circular calcomanías en vehículos particulares y propiedad de ciudadanos que normalmente han votado por el tricolor y en las que se puede leer la siguiente frase: «Soy priísta y Aguirrista de Corazón». El mensaje es más que claro.
Después de ello, el delegado especial, ¿Llamará traidores a todos los que porten esa calcomanía? ¿Manuel Añorve Baños comenzará a mandar fotografías de todos ellos en donde lo saludan?
Ante su impotencia de poder controlar las aguas, solamente les quedo el recurso de llamar traidores a los diputados locales, en aras de mermar su imagen y la de Angel Heladio Aguirre Rivero, objetivo, que de acuerdo a lo que se aprecia en el ambiente, no han logrado conseguir. Por el contrario, hoy se habla de que en cuestión de horas, la fracción «Aguirrista» podría seguir creciendo con la incorporación de dos o tres diputados más.
Los hechos hablan de que el asunto de la lealtad al partido parece estar superada. Que al seno del PRI, lo que habrá de pesar es la persona. El candidato pues. Y es ahí, que a parte de la militancia priísta le tiene sin cuidado lo que diga y opine el fuereño designado como delegado especial.
Es más, la fotografía insertada en los medios, en donde Manuel Añorve Baños sale con los diputados priístas, solamente provocó comentarios de risa. No impactó negativamente. Y todo porque gran parte de los ciudadanos ya sabían que un número importante de legisladores del PRI estaban con Ángel Aguirre Rivero. No fue algo novedoso.
Que Manuel Añorve Baños y la dirigencia priísta hayan supuesto que lo habrían de respaldar por «guapo», aja, es una cosa, y otra muy distinta lo que ya se sabía: «Que Angel Heladio Aguirre Rivero habría de provocar un boquete en el PRI», cuyas proporciones solamente se sabrán hasta el día de las elecciones.
Lo de la foto, solamente fue el ridículo añorvista. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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