viernes, 15 de octubre de 2010

Opinión

En casa de herrero, azadón de palo
Isaís Alanís

El cerco mediático de TELEVISA y TV azteca sobre el salvamento de los mineros chilenos rescatados en el norte del país andino, tras 69 días en el interior de la mina San José, en el Desierto de Atacama, fue inusual.
Es vergonzoso e insulta a los mexicanos que no sabemos nada de los mineros enterrados en Pasta de Conchos. Los 33 mineros chilenos salieron a la superficie en una cápsula que fue izada por un túnel de 622 metros de roca sólida. Fueron rescatados, a 700 metros de profundidad. Mientras que los mexicanos se quedaron a 150 metros, según la empresa dueña de la mina. Se dice que el caso chileno fue un rescate inédito. Maravilloso por los mineros chilenos y sus familias. México se encuentra entre los países con mayor índice de accidentes lamentables en este sector.
Este suceso y su desenlace feliz, dio la vuelta al mundo, desviando la atención sobre el encarcelamiento del premio Nobel de la Paz, Liu Xiabo por el régimen autoritario chino, donde existe la dictadura perfecta, conociendo la historia y tradición medieval de ese inmenso y rico país.
Del desastre minero de Pasta de Conchos, ocurrido el 19 de febrero de 2006, en la mina de carbón en San Juan de Sabinas, en Nueva Rosita, Coahuila; no se sabe las causas de la tragedia, tanto los gobiernos; federal y estatal como los empresarios han escondido las evidencias. Esta mina es operada por el Grupo México, y las causas del siniestro que costó la vida a 65 mineros, aún no son claras. La hipótesis apunta a una explosión de metano, producto de las pésimas condiciones de inseguridad en los túneles; pese a la insistencia del sindicato minero y de los trabajadores a que se revisaran los protocolos de seguridad al interior de Pasta de Conchos. Sin embargo, nada se hizo. Todo se manejó entre líneas, con huecos y opacidades, tanto por el grupo México, como por el gobierno federal y el coahuilense. Sólo se rescataron dos cadáveres; el 23 de junio de 2006 se recuperó el primer cuerpo, de Felipe de Jesús Torres Reyna, de 49 años de edad y el 1º de enero de 2007 el de José Manuel Peña Saucedo. Y después nada. Pese a la protesta de familiares de los mineros enterrados, la boca de acceso fue tapiada a piedra y lodo para soterrar un crimen de lesa humanidad. Esa tragedia que enlutó al mismo número de familias, no tuvo el cerco informativo de la mina chilena. Al contrario, las televisoras cubrieron con su manto de impunidad al gobierno mexicano. Ante la insistencia de los familiares de que se buscara a sus deudos. El 7 de junio de este año, fueron desalojados por la fuerza, familiares de los mineros enterrados que se habían apostado en el lugar en señal de protesta para que sus familiares fueran rescatados. El gobernador Humberto Moreira, alumno aplicado de Elba Esther Gordillo, actual aspirante a candidato a Presidente Nacional del PRI, y quien dio al orden la tarde de ese día, no tiene vergüenza, pues tanto él como su camarilla son cómplices de Germán Larrea, incluyendo al gobierno federal y a su secretario del Trabajo, como «posibles indiciados» por este crimen masivo, producto de las malas condiciones en que se encontraba la mina. Grupo México, gracias a este accidente salió ganando. A partir de lo acontecido en Pasta de Conchos, se comercializa el gas metano en las minas de carbón. O sea, negocio redondo.
Paradójicamente, los mineros chilenos han sido rescatados sanos y salvos. Los mexicanos de Pasta de Conchos, no, sólo se encontraron dos cuerpos. Y el silencio oficial cubrió con su manto la muerte de seres humanos. En la mina de Atacama, el presidente, Sebastián Piñera, estuvo personalmente al tanto de las maniobras de salvamento y se comprometió a reforzar las medidas de seguridad en las minas de ese país. En México, el presidente no sobrevoló el área, mucho menos se hizo presente con las familias de los mineros. No pasó nada. Los ricos hicieron más negocios y a los herederos de los desaparecidos, enterrados, ojo, no «levantados», se les dio una indemnización de miedo. Y las contradicciones, mentiras del gobierno estatal de Moreira y del federal a cargo del entonces Secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz. Son semejantes a las que el actual Secretario del Trabajo, Javier Lozano, esgrime contra el Sindicato Mexicano de Electricistas y la clase trabajadora de México, muestra oprobiosa de las acciones anti laboristas del gobierno mexicano.
Minutero electoral: a toro pasado el Instituto Electoral del Estado de Guerrero, sanciona con el pétalo de una rosa a los hoy candidatos que adelantaron campañas. A Manuel Añorve de la alianza, «Tiempos mejores para Guerrero», por los espectaculares de la revista «Costa» y la propaganda en el servicio de transporte público, resultó el más castigado por «falta grave». Los multaron con 119 mil 834 pesos. Al PRD, se le multó con: 40 mil pesos porque sus cinco precandidatos no abrieron cuentas bancarias: Lázaro Mazón Alonso, David Jiménez Rumbo, Alberto López Rosas y Armando Ríos Piter. Al partido Convergencia y Ángel Aguirre, se les impuso una sanción de 8 mil pesos, por no abrir una cuenta bancaria. En este affaire, quien salió más ventaneado y en estado de gracia «light», fue el ahora candidato del PRI y sus aliados. Y como dijo doña Chencha, ¿y ahora ya pa’ qué? La campaña anticipada ya no la para nadie. Esta reacción del IEEG, se debió a la presión de los partidos políticos y sus representantes ante este órgano. A comunicadores y a la sociedad civil. Una campaña política es campo fértil para toda clase de estrategias, los actuales candidatos y sus respectivas alianzas, deberían de poner las barbas a remojar, porque ya no se puede espantar con el petate del muerto. Vivimos en una sociedad cada vez más informada. Es cierto que Guerrero es rural y con una tendencia a la oralidad extrema y con un sensible oído musical. Y hasta ¿dónde la precampaña anticipada injertó en la mentalidad de los guerrerenses su preferencia electoral, a casi tres meses de los comicios? Eso lo sabremos el mero día de las elecciones. En tanto, en este minutero, daremos puntual seguimiento al pulso electoral y a la lucha sorda que se avecina.
¿La estructura del tricolor y sus aliados, bien aceitada y con un mundo de recursos y operadores, podrá superar a la alianza «Guerrero nos une», cuyo principal partido, el PRD, está dividido, con pocos operadores, buenos para la diatriba, malos para la chamba con la base, o como ya se ve, se está armando una estructura paralela, y la combinación de ambas, será contundente para ganar, ante el inimaginable uso de recursos con los que cuenta y contará la alianza que encabeza Manuel Añorve, que por su modus operandi, muestra que lo que se vendrá en próximos días, semanas y meses, se podría definir como la preparación bien concertada para realizar una elección de estado bajo el esquema de la vieja y gatoparda escuela priista con ciertos ingredientes adicionales que Marshall Mc Luhan no pronosticó en sus libros sobre el fenómeno de la comunicación y el poder. Y la alianza «Guerrero nos une», es una reunión de partidos y ciudadanos de todas la edades y tendencias sin definición clara, que buscan una transición democrática, o también chamba para sus activos humanos como los priistas y un trance para las elecciones presidenciales del 2012

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