jueves, 2 de diciembre de 2010

Columnas



Entre la verdad y la ficción
Jorge Luis Falcón Arévalo
UNO MIENTE, EL OTRO ENGAÑA.
En un año y diez meses de gestión, Víctor Fernando Pineda Ménez, ha llevado a la quiebra financiera y académica al Conalep del Estado de Guerrero, en donde despacha como Director General sin contar con los requisitos legales para tal nombramiento, según reportes de la Controlaría General del Estado, documentos públicos ubicados en la página de Internet del gobierno del estado y documentos e investigaciones recabadas por quienes conformamos el sindicato alterno de profesores.
Víctor Fernando Pineda Ménez, es un alumno destacado de Rafaél Aguilar Talamantes, uno de los personajes más desprestigiados de la historia reciente de México, a quien siempre le cargó el maletín en sus desvergüenzas. Pineda Ménez, profesor normalista que nunca acreditó los cursos para obtener título universitario de acuerdo a la reforma de la educación Normal de 1984, y que se inventa estudios de sociología comparada en Moscú a donde fue a recibir un curso de marxismo para hacerse el izquierdista, legalmente dejó de ser Director General de Conalep Guerrero en julio de 2009 cuando cumplió 70 años, edad máxima permitida para ejercer el cargo de acuerdo a la legislación vigente. En violación al artículo 13, fracción II, del Decreto de Creación del Conalep Guerrero, aprobado por el Congreso Local en 1999, se mantiene en el cargo cometiendo el delito de usurpación de funciones mientras que al firmar títulos y certificados incurre en falsificación de documentos oficiales.
Engañados y con la ilusión de estudiar cientos de jóvenes están siendo víctimas de un fraude académico, atendidos por profesores y administrativos de dudosa procedencia asignados por el sindicato de profesores, que no han cobrado salario alguno a la fecha a cambio de la promesa personal del Director General y del dirigente sindical de los profesores de que en febrero del año que viene recibirán plaza de base para integrarse oficialmente al Conalep, a pesar de que en los proyectos que la institución entregó a la Secretaría de Finanzas y Administración del estado no se contempla presupuesto alguno para 2011 para estas unidades, por carecer de reconocimiento oficial.
Fue el Partido Convergencia en Guerrero, quien lo hizo diputado; pero éste «coyote» de la política, cuando se le inquirió pagar sus cuotas al instituto político que lo hizo legislador; como toda meretriz cuando le es requerido su carnet; tomó sus «tiliches» y se largó por la vía independiente, como acostumbran los maricas que carecen de ética y moral en el ejercicio de la «dialéctica» en los Congresos.
El otro expediente, otro patibulario, el doctor Roberto Martínez de Pinillo, quien en este esbozo, se refleja su falta de honestidad. Tratando de vender una casa-habitación, allá por el Fraccionamiento las Playas, en Acapulco, Guerrero; se lo encomendó al padre de un conocido galeno cardiólogo -por ser colindante la casa-; pero, para tal efecto el «ético» Martínez de Pinillo, destacó que le otorgaría el 20 por ciento de la venta. Hecho mercantil que se llegó a realizar al convenir la compra-venta a un trabajador jubilado de Petróleos Mexicanos, de la ciudad de Tamaulipas. Hasta el momento de hace siete años; el encanto de la promesa, no se ha cumplido. ¡Ni se cumplirá! Porque en una ocasión, que por azares del destino el estimado y viejo amigo se encontró, al desleal a Hipócrates, cuando se le recordó el pacto porcentual; éste cachazudo solo se limitó a excusarse, como cuando los niños se defecan en los calzones.
Fernando y el Dr.Roberto, son «próceres» de Tiempos Mejores para Guerrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.