jueves, 2 de diciembre de 2010

Opinión

Hacedoras de la Historia
María Guadalupe Rojo
Erika Cervantes*(CIMAC).—La historia de México no ha reconocido a cabalidad el papel de las mujeres periodistas y durante la Revolución Mexicana no fue la excepción, a pesar de que con sus escritos, se inició la gesta de la conciencia social, al denunciar los miles de atropellos cometidos en contra de la población por gobernantes, funcionarios o empresarios.
En 1872 en el periódico «Juan Panadero», María Guadalupe Rojo escribió sobre la explotación en contra de las y los indígenas.
Guadalupe Rojo nació en Culiacán, Sinaloa en 1856 en el seno de una familia distinguida del lugar.
Contrajo matrimonio con un minero de nombre Abraham Izábal, quien murió joven.
A la muerte de Abraham, Guadalupe se mudó a
Mazatlán, donde conoció a su segundo esposo quien la impulsó en su carrera periodística, Casimiro Alvarado. Ambos fundaron en Guadalajara, Jalisco, el periódico de oposición «Juan Panadero».
Como periodista, Guadalupe Rojo emprende la lucha por la reivindicación política y social de México. Publica las denuncias de las y los artesanos ante la elevación de impuestos, y en contra de la nueva Ley del Timbre.
A la muerte de Casimiro Alvarado, Guadalupe Rojo se trasladó a la ciudad de México y continúa editando «Juan Panadero». Por la línea editorial que maneja es arrestada en más de una ocasión sin que decaiga su iniciativa de denunciar la injusticia.
Una de las ocasiones más memorables es cuando, en 1904, apoya a las y los campesinos de Yautepec, Morelos, que denuncian al cacique de su localidad.
El profesionalismo y compromiso social como periodista de Guadalupe Rojo durante la Revolución motivaron que durante la XXVII legislatura, Venustiano Carranza, le otorgara una pensión vitalicia.Guadalupe Rojo de Alvarado murió el 15 de agosto de 1922, y nos hereda el oponerse desde la trinchera del periodismo a la injusticia de que son objeto las y los campesinos.

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