lunes, 6 de diciembre de 2010

Reflexión

Código y Sagrario
Marilli
El hombre es la más elevadas de las criaturas, La mujer es la más sublime de los ideales.
El hombre es el cerebro, la mujer el corazón; el cerebro fabrica la luz, el corazón el amor; la luz fecunda, el amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón; La mujer invencible por las lágrimas; la razón convence, las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos, la mujer de todos los martirios; el heroísmo ennoblece, el martirio sublima.
El hombre es un código, la mujer un sagrario el código corrige, el evangelio perfecciona.
El hombre es un templo; la mujer es un santuario, ante el templo nos descubrimos, ante el santuario nos arrodillamos.
El hombre piensa, la mujer sueña; pensar es tener en el cráneo una larva, soñar es tener enfrente una Arreola.
El hombre es un océano; la mujer es un lago el océano tiene perlas, que adorna el lago la poesía que deslumbra.
El hombre el águila que vuela, la mujer el ruiseñor que canta, volar es dominar el espacio, cantar es conquistar el alma.
El hombre está donde termina la tierra; la mujer donde comienza el cielo.

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