jueves, 17 de febrero de 2011


Rigoberto Acosta González (de izquierda a derecha, y con camisa blanca), presunto dirigente del CRESIG y ahora explotador de la membresía Consejo Nacional del Mezcal, cínicamente llegó el cinco de octubre del 2006 a donde se trabajaba para echar unas paladas de cemento en el arranque de los trabajos de la construcción de lo que ahora son las oficinas del SNRP-Chilpancingo, sin importarle no haber cumplido su palabra empeñada de que él edificaría el local estilo “California”. (Foto: Archivo/Leer Policrónica).