miércoles, 20 de abril de 2011

COLUMNAS

El Grillito sin censura

Alfonso Cerdenares Domínguez

**Un riesgo las fritangueras establecidas en las banquetas de las calles de Chilpancingo… **Debieran de tener un espacio similar a La Pérgola…

EL HABER SACADO A LAS MUJERES LLAMADAS FRITANGUERAS DEL ZÓCALO DE CHILPANCINGO, SIN HABER TENIDO ALGUNA IDEA DE DÓNDE COLOCARLAS, HA PUESTO EN RIESGO A LA GENTE DE CHILPANCINGO, pues éstas se han establecido sobre las banquetas del primer cuadro de la ciudad, “estorbando” a los transeúntes y no tardará quien se rasgue las vestiduras y exija a las autoridades municipales el retiro inmediato de las comerciantes; para nosotros es válido que ellas deban de tener un trabajo honesto, una forma de ganarse la vida, pues las más de ellas, prácticamente son el sostén de sus familias y el hecho de quitarlas de un sitio que significaba su fuente de ingresos, es un duro golpe para su vida diaria; de ahí que han tenido que buscar en donde establecerse y lo han hecho en las principales calles de la capital; obviamente, si somos observadores, Chilpancingo no fue diseñada para ser una gran urbe; a nuestros antecesores les faltó esa visión pues tal pareciera que solamente vivían el momento o pensaban que el pueblo seguiría siendo una comunidad rural; por ello el hecho de las banquetas demasiado reducidas e, incluso, con calles en las que ni de chiste existe este espacio para que el transeúnte camine; además de que las autoridades han permitido la proliferación de las casetas telefónicas, sean de tarjeta o de monedas que, quiérase o no, ocupan un espacio más en estas vías; la autoridad debiera de buscar la forma de subsanar el que las calles de Chilpancingo tienen banquetas demasiado reducidas y por eso, al establecerse las “fritangueras” en esos espacios, incluso, ocupando parte de la calle, pone en riesgo, tanto al transeúnte como a ellas mismas, que persiguen el sustento familiar; lo peor del caso es que las señoras pagan el “pisaje” a los inspectores, quienes les cobran la módica suma de 20 pesos diarios por permitirles vender su mercancía; tal vez estemos de acuerdo en que eran un riesgo que siguieran en los pasillos del zócalo de la ciudad, pero debieron de haberles planteado una alternativa de ubicación; nosotros RECORDAMOS HACE AÑOS, CUANDO LAS TAQUERAS TAMBIÉN SE UBICABAN A LOS COSTADOS DE LOS PUESTOS DE REVISTAS Y POSTERIORMENTE FUERON REUBICADAS EN LO QUE AHORA ES LA PÉRGOLA; quizás pudiera procederse de la misma manera, o sea, buscar un espacio propicio para que las fritangueras se fueran a un lugar donde pudieran expender sus grasosos alimentos sin sobresalto alguno, donde la gente que gusta de su consumo, incluso, tenga un espacio donde disfrutarlos al lado de sus familiares; en fin, el zócalo ahora luce un tanto mejor, pero seguimos insistiendo en que la ley debe de ser pareja y el dueño de “Chispitas” debe de retirar su bola de juegos mecánicos o, ¿será que se mocha $$$ con la autoridad de turno?, y… ¿quién es el que anda ahí?