lunes, 18 de abril de 2011

PRIMERA PLANA

Un locutor de XEZV
falleció de un infarto

TLAPA, GRO.- La mañana de ayer domingo 17 de abril, de un infarto falleció en el hospital general de esta ciudad, Emerenciana Herrera Leyva, que contaba con 48 años de edad y que durante 29 años, trabajó como locutora bilingüe náhuatl de la estación de radio cultural XEZV “La Voz de la Montaña”, que pertenece a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
Indican sus familiares que eran las 7 de la mañana, cuando se disponían a ir a la iglesia, en su domicilio de la colonia Lázaro Cárdenas, cuando se sintió mal y de inmediato la trasladaron al hospital general de esta ciudad de Tlapa, donde no superar la muerte y dejó de existir a las 8 de la mañana.
Emerencia Herrera Leyva, originaria de la comunidad de Xalatzala, perteneciente a este municipio de Tlapa, desde muy joven llegó a trabajar como locutora de habla náhuatl de la estación de radio cultural XEZV “La Voz de la Montaña”, quien todos los días desde la 7 de la mañana, se reportaba puntual.
Durante los 25 años de los 29 que entregó su vida a la radio cultural, condujo el programa el correo de los amigos, cuya estación de 5 mil watts de Potencia, cubría la mayor parte de esta región de la montaña, donde su voz y su alegría con conducía el programa de complacencias se llegaba a escuchar en los límites de los estados de Oaxaca y Puebla.
Fueron miles de llamadas que atendió como un enlace entre los migrantes que se encuentran en Estados Unidos que desde allá mandaban saludos a sus familiares que se encuentran en diferentes partes de esta región de la montaña.
Con su muerte, se va una de las voces pilares de la radio cultural que no competía como en las radios comerciales, si no que fomentaban la no desaparición de las lenguas originarias del país, voces que se llegaban a escuchar en todo el mundo a través de la internet.
Sus familiares, compañeros y amigos le lloran, se vio en la misa de cuerpo presente que se llevó a cabo a las 12 del día, en la iglesia de San Francisco, y a la una de la tarde sus compañeros despidieron el cuerpo en las instalaciones de la radio cultural.
Más adelante fue conducida al panteón de la comunidad de Xalatzala, donde descansarán sus restos. Amiga Emerenciana descanse en paz, te desean tus compañeros de la Unión de Periodistas de la Montaña (UPIM).
Le sobreviven sus cuatro hijos y su esposo Mario Martínez Bazán.