viernes, 3 de junio de 2011

COLUMNA


La Jaula de Dios
Juan de Jesús Pintor Alegre
Se armó el toma y daca entre la Coordinadora de Fortamun, Beatriz Mojica Morga y el alcalde de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, ayer los mensajes mediáticos se cruzaron para pedir por un lado, que el alcalde se ubicara y que no viera moros con tranchete pues no era perseguido por nadie.
El edil capitalino por su parte, quiso suavizar sus comentarios hechos sobre los priistas agachones, que luego de la invitación de la funcionaria de origen calentano, con palabras entreveradas, dijo que agachón no le había dicho al gobernador, Ángel Aguirre Rivero, sino a los alcaldes que lo habían acompañado.
Según Mojica Morga, Astudillo al calificar de agachones a sus pares priistas, era una falta de respeto pues un coordinador de los presidentes municipales del Tricolor, dijo, no debe conducirse de esa manera. Porque además, tampoco debía considerarse de esa manera el alcalde en referencia, pues también había acompañado al mandatario estatal el 2 de mayo, en el evento de la entrega de fertilizante.
En este ejercicio fino entre políticos proporcionado ayer, y que le dio variedad a la exposición de los diputados locales, pues Mojica Morga dio su postura en el lobby del congreso del estado, se entendió que la lucha se ha reducido a una persona contra el poder estatal. Algunos entienden que Astudillo se está quedando solo.
El primer edil está adoptando o entendiendo la postura de oposición, como lo habían estado haciendo los perredistas inclusive hasta en la era zeferinista: estar en contra de todo. Un ex gobernador, el que prometió inventarnos Chirulandia, que inclusive no fue muy del desagrado del presidente chilpancingueño.
Y bueno, mientras sucedía eso, el diputado local Miguel Ángel Albarrán lanzó la advertencia al Instituto Electoral del Estado de Guerrero, de que su propuesta de redistritación no iba a pasar para las elecciones del 2012, porque había un desfase de cinco años en sus cálculos, ya que se habían basado en el censo poblacional 2005.
Y un poco más allá, el grupo de consejeros electorales encabezados por su presidente, César Ramos Castro, soltaron el amago que defenderían su propuesta contra toda impugnación, ya que su más fuerte argumento, es que la diferencia poblacional entre un censo y otro, es de entre 320 mil y 350 mil habitantes, lo que a juicio de los proponentes, no mueve en nada la redistritación.
En este sentido se espera en breve un choque de trenes, unos en defensa y otros en rechazo. Y también ayer el legislador Celestino Cesáreo Guzmán lanzó su grito y como que nos quiso decir que había descubierto el agujero para las regaderas al asentar en su participación en tribuna, que los niños y adolescentes, son una población invisible para el gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.