jueves, 16 de junio de 2011

COLUMNA



La Capital
Marcelo Villueva Luna
LO MISMO NETO QUE KIKE.
En tono dado al discurso, al modo de expresarse, no de hablar. La impostación de voz y la pose. Para ello, no existe diferencia entre Ernesto Cordero y Enrique Peña Nieta; la única es, que el primero esta afiliado al PAN, y el otro, al PRI, organismos públicos descentralizados.
Puesto que cada vez, que existe ocasión para parlar acerca de sus «trabajos» políticos, ambos encajan en la teoría de que nunca se mantenga un comportamiento predecible y siempre amable, son cambiantes e impredecibles.
Confunden a los contrincantes; eso significa actuar de tal manera que les impida mantener la mente en calma. Intentan varias maniobras según la oportunidad del momento, haciendo pensar al contrincante que ahora van a hacer esto, después lo otro, y a continuación algo distinto, hasta que se vea que empiezan a estar desconcertados, y así ganar a voluntad.
Pero olvidan algo que en el lenguaje es importante: saber seducir. Ahí les falla. Porque carecen del «charm», decimos en Francia.
Recuerden a Vicente Fox Quesada, torpe en cuanto a la hilación de ideas.
Tuvo cierto punto de sinvergüenza; pasó por tonto; pero, jamás fue pícaro. Esos son los que llegan al poder.
DAVID CONTRA GOLIAT
Mientras el gobernador del estado, Angel Heladio Aguirre Rivero, signa convenios millonarios con la titular de Sectur, Gloria Guevara Manzo; el presidente municipal de Acapulco, firma mantas en contra de la titular de la dependencia federal y lanza improperios contra la dama a quien han acusado en bola los regidores de Acapulco, como persona «non grata». ¿Por qué Don Manolo, no se puso en ese plan cabrón con el negro Elizondo, que nunca le entregó ni un clip?
Y a decir verdad ¿Quien manda y pone orden en Guerrero? Porque mientras uno aprueba reasignaciones económicas; el otro, lanza diatribas y le pone piedras de alcholoa al mandatario estatal, para con la federación o ¿Hay valores entendidos?

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