viernes, 3 de junio de 2011

CULTURAL/SOCIAL

El SNTE de Elba
Apolinar Castrejón Marino
«Si hay alianza con el SNTE, pero no es política». Estas fueron las palabras de Felipe Calderón, con las cuales buscaba adornarse al firmar un convenio para mejorar la educación en nuestro país, y de paso mejorar las condiciones laborales de los maestros de las escuelas.
Burdas mentiras, porque desde hace varios sexenios, la educación es cada vez más mala, a pesar de lo que se haga. Y es precisamente el SNTE el factor más contrario a la educación y a la sociedad. Ahí está el caso de Oaxaca, en donde los maestros mantienen una «lucha» que incide directamente en el atraso educativo de toda la entidad.
Y la presunta «lucha» magisterial ha trascendido la esfera educativa, para impactar a la economía de Oaxaca, a decir de los empresarios restauranteros, transportistas y hoteleros, que «están a un paso de la quiebra». Del mismo modo, los campesinos, comerciantes y estudiantes, ven alteradas sus actividades, injustificadamente.
Calderón a nivel nacional y Gabino Cué en Oaxaca, se ven como simples comparsas de una grotesca escena de enfrentamiento social, en la cual no quieren involucrarse. Sus declaraciones lastimeras y quejumbrosas, no corresponden a ejecutivos en quienes se deposita la confianza para confrontar los problemas y darles solución en beneficio de la sociedad.
O quizá sea oportuno aclarar a nuestros atarantados «compatriotas» que creen que el SNTE de verdad es una organización de maestros, preocupados y ocupados en la educación de la niñez mexicana como nos quiere hacer creer ese chaparro pelón.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) creó el sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en 1949, y colocó en la dirigencia al Prof. Luis Chávez Orozco, quien solo permanecería un año en el cargo por divisiones internas irreconciliables. O sea que el SNTE desde sus orígenes ha sido una «olla de grillos» en donde unos intereses se imponen sobre otros, alternativamente.
En 1974, por intereses del Presidente de la República José López Portillo, fue «electo» el Profesor de San Luis Potosí Carlos Jonguitud Barrios como Secretario General. Ya en funciones, se convirtió en Presidente Nacional de la corriente política denominada «Vanguardia Revolucionaria», mafia de maestros habilitados como porros, grupos de choque y espías.
Cada Estado de la República, cada Sección sindical dependiente del SNTE, cada centro de trabajo, tenía maestros «vanguardistas» fieles e incondicionales del maestro Jonguitud. Así el Secretario Jonguitud dominaba perfectamente las acciones de los maestros de todo el país.
Vanguardia Revolucionaria se encargaba de «resolver» alguna inconformidad, conflicto u oposición de los maestros. Las «soluciones» más utilizadas eran la amenaza, el secuestro, y el asesinato. Así, el maestro Jonguitud se convirtió pronto en amo y señor, dueño del trabajo, la vida y las almas de todos los maestros mexicanos. Con la bendición del Presidente Luis Echeverría.
En 1957 una mujercilla de Comitán, Chiapas participó como alfabetizadora de indígenas cuando solo tenía 12 años de edad. En 1976, supo acercarse al líder magisterial para que le reconociera su trabajo, dándole una plaza de maestra. Jonguitud no sabía qué alacrán se había metido bajo la camisa, de nombre Elba Esther Gordillo Morales.
Muy larga era la lista de los maestros victimados de diferentes maneras por Jonguitud, cuando los maestros decidieron aventurar su vida contra el cacicazgo de su sindicato. Graves eran los reclamos de los maestros: incremento salarial, democracia en los procesos de elección de dirigentes y directivos, y derecho de huelga.
Más de medio millón de trabajadores de la educación de todo el país agregaron protestas en contra de la política económica del Presidente Salinas de Gortari. El pelón orejón se espantó, y decidió cortarle la cabeza al explotador y mata-maestros Carlos Jonguitud.
Pero el monstruo venido desde San Luis Potosí ya tenía los cuernos retorcidos y las manos llenas de sangre y no sería nada fácil someterlo al orden. De principio se negó a renunciar como secretario del SNTE, a su calidad de «asesor permanente» del SNTE y a ser «líder vitalicio» del magisterio. Pero esto solo alborotó al avispero.
Miles y miles de maestros en toda la república se declararon en huelga, hasta que renunciara Jonguitud. El domingo 23 de abril de 1989 el Presidente más orejón de la historia de México, mandó traer a «Los Pinos» al maestro potosino. La jugada clave de Salinas fue avivar la hoguera. Envió a la antigua protegida Elba Esther, contra su preceptor Carlos Jonguitud.
En tanto, los maestros se habían creído con derechos suficientes para elegir a sus dirigentes y representantes. En asambleas apegadas estrictamente a derecho ya los estatutos, habían elegido como Secretario General del Sindicato, al Prof. J. Refugio Araujo del Ángel.
Elba había combatido con eficacia la estructura jonguitudista, superando las huestes de su antiguo maestro. Luego de someterlo, lo amenazó y desterró a su tierra natal, condenándolo además al silencio sepulcral. Y asumió el poder gremial, económico y político que significa el sindicato más grande de Latinoamérica.
Desde que asumió la presidencia vitalicia del SNTE se ha ocupado de «ordeñar» 53 pesos mensuales que a cada maestro descuentan como cooperación sindical, lo que equivale a más de 60 millones de dólares anuales. Y también se esmera por detener el avance de reformas educativas.
Posteriormente, precisamente por los conflictos de El Presidente Nacional de Vanguardia Revolucionaria y a su calidad de «asesor permanente» del SNTE y «líder vitalicio» del magisterio. También fundó su partido político familiar Nueva Alianza, organización que de inmediato postuló a su hija Mónica Arriola Gordillo como diputada, y al secretario (títere) del SNTE Rafael Ochoa Guzmán, como senador. Su poder le alcanzó para colocar a su yerno Alonso Lujambio en la Secretaría de Educación, y ya se perfila como precandidato a la presidencia de la república ¿Cómo la ve?

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