jueves, 4 de agosto de 2011

COLABORACION


Vicente Guerrero
Apolinar Castrejón Marino
«Pues yo vengo de la hermana ciudad de Tixtla. Es un lugar chico de donde meten a Chilpancingo, rábanos y cebollas, chiles y camotes, vienen a vender muchas frutas y legumbres, y últimamente estamos pensando introducir lechugas y betabeles». Así se expresaba un joven albañil, alburero y pícaro, en «una reunión de amigos» en torno de unas «caguamas».
La Ciudad de Chilpancingo es la Capital del Estado de Guerrero, y quizá por eso es el centro donde se reúnen gentes de las costas, de la montaña y de la tierra caliente, que buscan estudiar, conseguir un trabajo y muchos otros variados motivos.
Según los discursos oficiales y los libros de historia del Estado de Guerrero, Tixtla es una Ciudad muy importante, porque ahí nacieron grandes hombres y mujeres como Vicente Guerrero, Ignacio Manuel Altamirano, Margarito Damián Vargas, Antonia Nava de Catalán, y Vicente Jiménez, que han dado gloria y prestigio a la nación.
Entonces, nos extraña que los archivos de datos de las computadoras, no reconozcan el nombre de Tixtla, y siempre lo marquen como desconocido o equivocado, o lo sustituyan por el de Tuxtla.
El Estado del sur de la república mexicana se enorgullece de llevar el nombre del patriota que luchó por la independencia de México, así como otro Estado lleva el nombre del Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo, otro, Morelos y otro más, el de Quintana Roo.
Las «historias locales» dan cuenta de que Vicente Guerrero fue un gran héroe que defendió la causa de los indígenas que eran oprimidos por los colonialistas españoles, y que se convirtió en la figura más grande y representativa de nuestro país.
Así que los «nacionalistas» y patrioteros trasnochados, ven con muy malos ojos las páginas bien documentadas que revelan que aquel glorioso 27 de septiembre de 1821 en que el Ejército Trigarante entró triunfante a la ciudad de México, Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero no desfilaron juntos.
Iturbide iba en la descubierta, perfectamente vestido de guerra, portando la bandera de las tres garantías y rodeado de su guardia personal, mientras que Vicente Guerrero marchaba en la retaguardia, al mando de la última división del contingente.
Los cronistas inclusive, consignan que las tropas de Guerrero no contaban con uniformes para el desfile, por lo cual tuvieron que utilizar los uniformes del Cuerpo Urbano de Comercio de la ciudad de México. Desde entonces, la fatalidad de la verdad viene ensombreciendo la figura de Don Vicente Guerrero.
Baste ver como en los años recientes la estatua del héroe que se encuentra en el centro del jardín central de la pequeña población de Tixtla, ha servido para que las autoridades gubernamentales adornen con ofrendas florales, y también para que los estudiantes normalistas se aten con cadenas para exigir sus «plazas».
El desfile que se realiza el día 9 de agosto de cada año para conmemorar el natalicio del general Vicente Guerrero, ha servido también para que se «destapen» algunos candidatos de los partidos políticos, para que protesten los agricultores del lugar, y hasta para que hicieran su presentación público las milicias del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
En 1971 2l Presidente de la República Luis Echeverría Álvarez se vino a «placear» a Tixtla, y con el vinieron los titulares del poder legislativo y el judicial. Y como nos gusta exagerar las cosas, se dio el hecho inédito de que Tixtla se convirtió en Capital de la República por un día. Como si eso sirviera para remediar en algo la ancestral precariedad, la pobreza y el atraso.
Para redondear el choteo, el día martes de la próxima semana, estarán en Tixtla Felipe Calderón y enrique Peña Nieto ¿Le parece a usted que estos personajes de la política mexicana sean los más a propósito para honrar la memoria de quien luchó contra la tiranía y la opresión?

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