jueves, 18 de agosto de 2011

COLABORACION

El tamaño de la Crisis
Apolinar Castrejón Marino

En noviembre de 1951, el líder chino Mao Tsetung decía que «El Imperialismo Norteamericano es un Tigre de Papel», y el economista Moniz Bandeira decía que estados Unidos era «Un gigante con pies de barro».
Pero la percepción de los norteamericanos basada en los discursos presidenciales y la propaganda televisiva, era muy contraria. El «sueño americano» era una realidad eterna, permanente y absoluta.
El lujo y el confort promovido en todos los medios masivos: televisión, prensa escrita y cine. El predominio del dólar, la inmensidad de sus mercados. Los grandes desarrollos turísticos que tienen en todo el mundo. Hacían imposible la idea de una crisis económica en Estados Unidos.
La gigantesca fuerza militar regular, más la gigantesca red de ejércitos adoctrinados como fuerzas yanquis, más la incalculable cadena de espías y cómplices que tienen en todo el mundo, hacía parecer que los estados Unidos cuenta con el gobierno más sólido del mundo, y pueblos circunvecinos.
Más de una docena de estaciones que sirven como espías, como bases de abastecimiento de combustible, y centros neurálgicos de comunicación desde el espacio con el nombre de Ojo en el Cielo, hacen que los estados Unidos sean los dueños de las alturas.
Pero una opinión desfavorable proveniente de una empresa dedicada a calcular los riesgos de los bonos y las acciones comerciales de instituciones comerciales, aseguradoras y gobiernos. Bastó para parar de cabeza al Presidente de aquel país, Barak Obama.
El primer presidente negro de Estados Unidos, que consiguió la más elevada votación de las últimas décadas, que llegó a la Casa Blanca con el mayor índice de aprobación y de popularidad cayó estrepitosamente el 8 de agosto, al hacerse pública la baja calificación que Standard&Poors concedía a la soberanía de su gobierno.
Ni Juan Gabriel, ni Fidel Castro, ni Lady Gaga se dieron tal costalazo como el de Obama. Dos semanas han pasado y aún se le ve con la figura muy descompuesta, anda atolondrado queriendo ganarse la simpatía de quienes lo llevaron al poder. Hasta el glamour y la sonrisa parecen costarle mucho trabajo.
Standard&Poors depende de la firma McGraw-Hill y forma parte de un oligopolio con Moody´s y Fitch Group. Expertos en la materia habían opinado desde el año pasado que estaba muy desacreditada como para emitir sus calificaciones.
Estuvo involucrada en el hundimiento de los bancos islandeses en la crisis financiera de 2008-2009, a quienes les había dada la máxima calificación. Los grandes inversionistas confiando en el bajo riesgo que Standard&Poors anunciaba, adquirieron grandes paquetes de «hipotecas basura», y en menos de un año estaban teniendo grandes pérdidas sobre un valor de 340.7 millones de dólares.
Así que no se confunda, la sociedad está estructurada para que los ricos «caigan» sobre los pobres sin hacerse menor daño. Estados Unidos seguirá montado sobre nosotros para continuar su modo de vida de lujos y confort.
Y quien posiblemente no podrá sortear la crisis es Obama, quien por ahora ve alejarse sus posibilidades de reelección. Y los republicanos, se atusan los bigotes pensando que tendrán la oportunidad de arrebatarles el poder a los demócratas. A ver.

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