miércoles, 17 de agosto de 2011

COLUMNA


La Jaula de Dios
Jesús Pintor Alegre
La orden gubernamental es que ya no se hable más de los males de Tierra Caliente y que hasta se minimicen sus dolores, de allí que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil, Ramón Almonte Borja, haya aventado la declaración de que esa región, la calentana, ya no era foco rojo.
Y otras voces se han dejado escuchar: el diputado federal, Cuauhtémoc Salgado expuso que esto que sucede en la región otrora más prolífica del estado, irá desapareciendo, pues es pasajero y los que han huido, regresarán; aparte, que ahora se diga que sólo Acapulco queda como dolor de cabeza, pues hasta el gobierno ha lanzado un proyecto de acción directa para resolver el tema en la región de mayor temperatura en la entidad.
De acuerdo a datos filtrados, a la región más golpeada por la violencia en esta etapa de la historia, se le irá cubriendo con una tela distractora, ambigua, con todas las dudas de que pueda cambiar el estado de las cosas, pues inclusive hasta ahora, el mismo gobierno del estado ya reconoció en voz del secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez, que no es con más policías como se resolverá el flagelo.
Y luego lanzó un buscapiés extraño: la violencia se resolverá con policías más preparados, quizá debamos entender eso como que serán algo así como Rambos o soldados del futuro, y que en vez de Ramón Almonte Borja como secretario policiaco, o algún general diplomado de estado mayor, podría ser el director de cine joligundese, Steven Spielberg.
Pero asalta una duda: el mismo síndico procurador de Pungarabato, Cuauhtémoc Mastachi Aguario, ese mismo que se asegura encabezó el aumento salarial de casi el 70 por ciento a los altamente productivos regidores, que descansan un día y otro también, que ni los marinos ni los militares han servido de mucho para encontrar la paz y la tranquilidad tan anhelada en la región.
Que todo sigue igual o peor. Algo preocupante en verdad, pues han llegado varios policías federales más, pero ahora, en verdad se cree que el gobierno está fallando en sus estrategias o peor que eso: está jugando al ensarapado, y eso es grave y de dimensiones altamente alarmantes.
Con todo lo que ha sucedido, se sueltan conjeturas que ya envidiaría Isaac Asimov, como esa de que si se trata de diezmar a la población, lo están logrando; se soltó antes que la influencia «a Hache ele Ene ele» de Elba Esther Gordillo, se había inventado con esa intención, en esta terrible dinámica de utilizar a la población como conejillo de indias.
Algo está ocurriendo tras bambalinas, de cierto, algo que no le interesa o no quiere el gobierno que se sepa. Por lo pronto, y a la manera de las televisoras nacionales, sus teletones y su Lucerito o Galilea Montijo, que nos dicen que hablemos bien de México y ensalcemos a nuestro héroe de la Independencia: Genaro García Luna, con su programa El Equipo de 180 millones de pesos extraídos del erario público.
Es clara entonces la intención por este lado: quieren darle al pueblo atole con el dedo, en una reproducción de una cinta guerrerense con bajo presupuesto, sin la intervención bajo ningún motivo, de Diego Luna y Gael García. Hablemos bien de Tierra Caliente, es como un juego mental en el que se trata de convencer que nada de lo que está sucediendo, es real.
Que los muertos sólo se han muerto tantito; que el miedo sólo es un sentimiento que nos indica que estamos vivos aún; que la pobreza es un acto natural porque así lo quiso Dios; que los políticos son en verdad los mesías que esperábamos, sin estrella de Belem ni reyes magos; que Manuel Añorve no es Choky, sino la versión liliputense de Superman.
Que René Juárez que ahora quiere ser senador o almorzador, da lo mismo, es nuestro Barack Obama; que Carlos Zeferino Torreblanca Galindo calzado en ropajes azules, es nuestro divino quinto elemento; que las escuelas que están cerrando en Tierra Caliente, sólo lo hacen para darse unas vacaciones en este paraíso en que ahora se ha convertido; que los que han huido en realidad lo hacen hartos de tanta abundancia y de una vida con tanta paz que no soportan.
Que Ángel Heladio Aguirre Rivero es nuestro Albert Einstein al inventar los agujeros para las regaderas y que próximamente va a patentarlos… no, en realidad nada pasa en ese pedazo de mundo, pues todo es parte de nuestra enfermiza y calenturienta mente, obnubilados por ver tanta televisión, reallity shows y telenovelas, con la carga de ser mexicanos, tristes y pobretones que sólo saben votar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.