martes, 9 de agosto de 2011

PRIMERA PLANA

El Paseo del Pendón,
la organiza el pueblo
Jorge Luis Falcón Arévalo.—El presidente del Grupo Ciudadano Anáhuac, Daniel Francisco Morales Pastor, destacó que el Pendón es una tradición con muchos años de antigüedad, pero que en la actualidad es utilizado como un pretexto para los jóvenes capitalinos y de otras comunidades para ingerir bebidas embriagantes, perdiendo el verdadero valor cultural de este acto.
Lo señalado por Daniel Francisco, pues es meramente una observación personal. Porque ese tradicional paseo, ni es pretexto, ni excusa para que al contagio de la algarabía de los pueblos participantes, de la felicidad de los organizadores, alegría, regocijo ciudadano y júbilo de los participantes, sea un convite a departir desde aguas frescas, hasta bebidas espirituosas. ¡Una pa’ la cuatro, carnal!
Otra acción es que los jóvenes compartan y departan entre libaciones del fermentado de la cebada, el lúpulo y el maguey; y, otra que ingieran en cantidad mayor, que como cualquier cristiano que abusa o simplemente degusta o saborea éste néctar, no tan solo se obnubile el cerebro, sino que las corvas le tiemblen y los intestinos «desechen» lo que el cuerpo, no requiere. Como dijera el borrachín: «son gases del ofidio»; por gajes del oficio. ¡Salud!
Pero Don Daniel Francisco, ¡Hip…hic…hip! no debe olvidar que el Paseo, es una de las fiestas más organizadas y de mayor tradición y abolengo en la capital del Estado. Su función consiste en anunciar la Navidad y el Año Nuevo con un extenso desfile de danzantes, bandas de música, carros alegóricos y grupos deportivos. La primera edición del Paseo del Pendón data de 1825 en el barrio de San Mateo, donde aún se inicia la partida lúdico-religiosa para anunciar la proximidad de las fiestas navideñas. ¡Igual, acá otras «helodias» con mezcal, patrón, pa’ la raza!
En tránsito bullanguero y bullicioso los disfrazados de jaguar o tigre en el famoso «porrazo» caminan por los barrios de San Francisco, Santa Cruz, San Antonio y Tequicomal. Las comparsas bailan con música de banda, interactúan con el público y comparten copas de mezcal que son distribuidas gratuitamente. ¿Ve, Don Danny, quien se resiste a un vaso de mezcal?
La parafernalia de la fiesta ha convocado en los últimos años a más de 170 grupos de danza y más de 60 bandas de viento de las siete regiones de Guerrero (Centro, Norte, Montaña, Tierra Caliente, Costa Chica y Costa Grande). ¡Ay caón ya me marié, pero sirve cantinero, que apenas empieza el Paseo del Pendón!
Háganse pa’lla, que ya vienen! «Es una fiesta que dura de seis a ocho horas, o más. Los tecuanes, tlacololeros, santiagueros, diablos, mudos, moros, machos, aztecas, pescados, dinosaurios y chinelos bailan al compás de todos los sones que hay en Guerrero. ¿Ajá y dónde nos dejas a nosotros los borrachos o beodos -por aquello del caché-, porque también «semos» un grupo harto extenso, escribidorcete? ¡Hip… hic…hip!
¡Danny Pancho, ora!, ¿Cómo que los jóvenes se embriagan en dicha celebración, cuando sabemos que es de sano esparcimiento; máxime cuando andamos celebrando el advenimiento de navidad y año nuevo? ¡Chale carnal!
¡Órale pedote, hágase para allá, no ve que ya puso «su puesto». ¡Hummm..., se me chisporroteo, seño! ¡Perdón, újule que delicados!… ¡Viva el Paseo del Pendón! ¡Que lo hagan cada vez, caón! ¡Hic!

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