viernes, 30 de septiembre de 2011

COLUMNA

Falconario


Jorge Falcón

DESESPERANZA INÚTIL, LA AMENAZA.

¡Dice mi mamá que ya se metan!, se escuchaba tardeando en algunas calles de la ciudad, allá por los años setenta. Clásico grito de la hermana o el hermano menor, llamando a los «Brothers», al hogar, por mandato de la madre, previo antes de que llegara el padre. No hacerlo era atenerse a las consecuencias de un regaño o bien de un manazo, si bien te iba.

El mandatario de los guerrerenses, en un esfuerzo desesperado gime, en una amenaza velada: «Hay muchas medidas desde la sanción por supuesto, pasando por la posibilidad de que en el caso de que algunos maestros se nieguen a asistir a sus planteles hay organizaciones de maestros jubilados que me han ofrecido su respaldo para que en caso de ser necesario ellos suplan. Jubilados que en un momento dado podrían cubrir en un momento dado a los maestros» La amenaza, se interpreta de ésta manera: las amenazas son un delito o una falta, consistente en el anuncio de un mal futuro ilícito que es posible, impuesto y determinado con la finalidad de causar inquietud o miedo en el amenazado. El sabio Epicteto, declaraba: «El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos».
Aguirre Rivero, lo que no ha podido solucionar en el dialogo, como todo hombre desesperado y enajenado, crispado de los nervios recurre a la intimidación al ultimátum. Como recurso del que fracasa, se amaina, se hunde, lanza «soberano bumerang», contra un desesperado y doblemente amenazado magisterio. Y declara la guerra, como cuando en siglos pasados el amo y señor, el patrón, para disfrutar los deleites y goces sexuales de hermosa doncella, destacaba: ¡O cedes a mis caprichos o te vas a la calle! Ese es el chantaje y la exigencia de un gobernante entrampado y aislado de no entender y no saber aplicar la inteligencia, la tolerancia y la paciencia en un asunto de suma delicadez, porque en ello van las seguridades de niños, niñas, maestros y maestra, padres de familia y sociedad en general.
La cordura y la entereza han desaparecido de un gobierno estatal, en donde se observa que la inmensa mayoría del «circulo de no poder» del mandatario, andan en campaña ante el cercano proceso electoral 2012. Y se reflejan más las ambiciones de llegar a puestos de elección popular, que darle a la sociedad guerrerense, la tranquilidad de ser un gobierno pausado, maduro y cuerdo en la conducción de la gobernanza; pero está lo contrario. Irresponsabilidad e incapacidad; además de una mala voluntad por aplicar planes concretos y viables de seguridad.
Una delincuencia organizada ante un gobierno desorganizado y turbado, solo refleja a su sociedad más organizada y exigente, que ve y palpa una administración sospechosa, blandengue, timorata y altamente amenazadora. Destacaba el pensador Francis Quarles «Si quieres ser magnánimo, no tomes nada con violencia ni seas timorato.»

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