jueves, 29 de septiembre de 2011

COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesús Pintor Alegre

Una situación más que abona al dolor de cabeza para el gobernador. Además del caso del paro de clases en Acapulco por la inseguridad, el sector Salud ha aportado su parte correspondiente para poner al punto de la desesperación, a las autoridades en este tramo de la historia, incluido el secretario, Lázaro Mazón Alonso.
Una corrupción que hierve al interior gracias a las costumbres cosechadas por el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Salud en su sección XXXVI, encabezada en el estado por Beatriz Núñez Vélez, y que al parecer, le ha sido descubierto el negocio en los distintos puntos del estado, pero quien puso el dedo en al llaga fue el médico Víctor Mojica Wences en Pungarabato.
En este caso que se dio en la Tierra Caliente, fue que el ex presidente municipal de Pungarabato por dos ocasiones y que presentó su renuncia como jefe de la Jurisdicción Sanitaria 01, recibió información de irregularidades en el centro de Salud de Ciudad Altamirano, sobre todo en el manejo de los medicamentos, acción en la que se veía beneficiado directamente el delegado sindical, Alfonso Espinal Flores y su gente.
De acuerdo a Mojica Wences, se han estado vendiendo medicamentos en detrimento de la sociedad calentana, como una costumbre para allegarse de recursos de manera ilícita, y que ha impactado en serio, pues en estos momentos hay una carestía significativa de ellos, dado el cambio de la empresa proveedora. La acción que tomó entonces, fue calificada por algunos como un acto para beneficiar a sus allegados.
Y como administradora del centro de Salud de Ciudad Altamirano, colocó a la ex regidora María Asunción Santamaría Jiménez, conocida también como «Mariquita», con el argumento de que vigilaría las irregularidades. La reacción no se hizo esperar, y tomaron el inmueble por dos semanas, con lo que afectaron, por supuesto, a los usuarios, y los pusieron en grave riesgo.
La condición para liberar el inmueble, fue que sacaran a Mariquita y les dejaran poner ellos, los sindicalizados encabezados por su delegado, a una incondicional, como parecía suceder finalmente al querer poner a la hija del ex presidente de la Expo Tierra caliente, Hugo Carranza, Teresa Carranza Martínez, ello como consecuencia de que Lázaro Mazón se dejara presionar por la secretaria general, Beatriz Núñez.
Un hecho congruente fue el que tomó finalmente el ya también dos veces jefe de la Jurisdicción Sanitaria 01, y presentó su renuncia al secretario de Salud, un acto que no enarbola a la persona de Mariquita, pues sus acciones y criterios pueden ser cuestionados, pero Mojica Wences dijo, y dijo bien, que no solaparía a las irregularidades del sindicato, quienes quieren vía libre para seguir con sus costumbres.
De cierto con esto demostró Lázaro Mazón, debilidad, o cuando menos la lectura así fue plantada. Ayer mismo el secretario de salud fue interceptado por la prensa con ese motivo, y aseguró que ha ordenado una auditoría interna, siempre y cuando el personal de la Contraloría de la Secretaría de Salud, encuentren suficientes elementos para realizarla, y que en estos momentos se encuentran en Tierra Caliente.
Según Mazón Alonso, no ha habido una acción parecida en otro punto del estado, quizá lo que aquí ha faltado, han sido valientes, pues al parecer el sindicato de los trabajadores de la Salud, cuando menos en su sección XXXVI, se le nota la punta de la larga cola que deben arrastrar, pero que muchos, quizá por temor, no se atreven a denunciar.
Pero dejó en el aire la acción que tomaría en la persona de Víctor Mojica Wences, de quien dijo, él sigue siendo el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 01, pues no le ha aceptado la renuncia ya que ni siquiera ha leído el documento escrito por él. Esto sin duda insinúa algo extraño: de verdad reconoce la valía del ex alcalde de Pungarabato, pero no quiere quedar mal con la secretaria general, Beatriz Vélez Núñez, pues su mafia es poderosa.
En estos momentos el centro de Salud que abrió la cloaca se encuentra acéfala, con Alejo Montes de Oca afuera, y con el rechazo de la dirección de Yanet Venegas Torres, por lo que está dirigida a conveniencia por el sindicato, quienes ahora se mueven a gusto y tranquilos, pues sus espaldas están cuidadas.
El dedo en la llaga ha sido puesto, y allí, en casos como estos, es donde las autoridades deben de mostrar su capacidad y profesionalismo. Más allá de los intereses mafiosos.
Pues eso que se pregona: de que se trabaja a favor del pueblo, es cuando debe ser mostrado, allí la expresión de los maestros en Acapulco por poner un ejemplo, pues si están en esa postura que muchos calificarían de necia, nos dice claramente que han dejado de creer en los políticos. Que el efecto dominó en otros sectores no se reproduzca, queda en manos de la gente en el poder. Sin vuelta.

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