jueves, 27 de octubre de 2011

COLABORACIÓN

Ba by Felipe


Apolinar Castrejón Marino


Ocho meses faltan para que el Presidente más nefasto que hemos tenido en México, deje el cargo. El futuro es incierto, dirán algunos compatriotas acerca de quién nos gobernará los siguientes 6 años. Otros más incautos señalarán que en la elección presidencial que se realizará el 1° de julio de 2012, los mexicanos decidirán con su voto quien será el Presidente de la República.
Y hasta habrá quienes destilen candidez al decir que ganará la elección el candidato que tenga las mejores propuestas. Pero nuestro destino fatal indica que el sucesor del chaparro michoacano, será «Gel Boy» Pena Ñeto. Esto porque según cálculos «científicos» están descartados para ganar, los demás candidotes:
Chepina Vázquez, porque una sola persona la sometió y la tomó como juguete, y se llama Elba Esther Gordillo. Santis Creel, no puede ser presidente, porque es un hombrecito sin carácter, ni imaginación, ni personalidad. Ernesto Cordero es un «palero» que trata de imponer Felipe Calderón, pero que no gana ni a las canicas.
Manlio Saurio tampoco puede ser presidente, porque hasta sus compañeros de partido desconfían de él desde que estuvo en la Secretaría de Gobernación en los tiempos más temibles de esa dependencia dedicada al espionaje y la intriga. El Peje es un perdedor y un necio que no puede cambiar nada de su naturaleza repulsiva, de su tonadita de viejecito y de su sermón patriotero, y ahora quiere armar una campaña sobre los errores de su pasada incursión.
Nada importan las encuestas que conceden un nivel más arriba o más abajo a los contendientes, nada importan las propuestas, los reclamos y los «proyectos de nación» de las campañas. La suerte ya está echada en manos de los consejeros electorales y del tribunal del santo oficio electoral.
Ni siquiera los ridículos que hará Felipe Calderón serán algo inédito, pues cuán fácil es adivinar que cada vez mentirá con todo descaro, que tratará de sepultar con saliva, sus estrepitosos fracasos en materia económica, política y de (in)seguridad.
No obstante, será muy difícil que logre impactar los parámetros manipulación de la opinión pública, pues nadie antes que él ha cometido tantos abusos: Es el primero que se propuso aparecer todos los días en la televisión, y por lo consiguiente es el primero que ha dicho tantas mentiras cada día.
Nadie había tenido el cinismo de pedir que la gente hable bien de él a pesar de los estrepitosos fracasos de su gobierno. Nadie antes que él había dicho con la mejor sonrisa que más de la mitad de mexicanos somos pobres. Solo él puede vanagloriarse de que tantos mexicanos mueran todos los días, sin posibilidad alguna de defenderse.
Es el primero que ha engañado hasta a los encuestadores, analistas políticos y publicistas. Según ellos, Calderón tiene gran aceptación entre los mexicanos, es un presidente y muy respetable ¡Pues cómo no, si la gente está condenada a ver su carota de idiota y escuchar sus autoelogios a cada rato en la televisión!
Los miembros de su gabinete, no están menos conformes con los abusos y atropellos de su jefe que es alcohólico, mitómano y egotípico en grado superlativo. Su anfibología es de pronóstico y ameritaría que lo encerraran en la «casa de la risa». Solo esperamos que su locura ante el poder que se le escapa entre las manos y su alcoholismo, no lo lleven a matar a alguien.

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