miércoles, 12 de octubre de 2011

COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesús Pintor Alegre

Hay un anuncio que el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, que por propia necesidad y por su propia naturaleza, salta de entre todo lo acontecido en este estado vapuleado por la violencia; magullado moralmente por sus diputados locales; con secuelas de una administración anterior, la encabezada por Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, que duelen; con una Procuraduría General de Justicia que ve tambalear su trabajo un día sí, y el otro también.
Y es un anuncio importante por todo lo que enuncia. Ayer el mandatario estatal dijo que habría ajustes en su gabinete en lo que se tenga que ajustar, al menos así lo dijo, y se espera luego de ello, que tras seis meses de luna de miel como también llamó al tramo de este periodo, se vengan esos cambios en ese grupo que de supuesto, dirige los destinos de esta entidad.
El anuncio expresó que removerá a aquellos que realizan acciones de promoción personal, con vistas a ser candidatos a algún cargo para este tan deseado por muchos, año por venir, el 2012, donde se habrán de cambiar a los que fungen como alcaldes, diputados locales, legisladores federales, senadores, y se relevará al que despacha en Los Pinos.
Basado en el criterio de cambiar a los que anden inquietos por los puestos de elección popular, salta la remoción hace unos días, del ex secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Jeovel Guinto, a quien bajaron de categoría, pues no era el más visible en eso de andarse promocionando, para esto hay que hablar y poner nombres muy claros y precisos.
El caso más abierto y descarado, es el que ha emprendido el titular de la Secretaría de Desarrollo Social, David Jiménez Rumbo, quien se ha imaginado dentro de su mundo egocéntrico, que su posición dentro del gabinete, está para impulsar y crecer a su grupo político denominado Grupo Guerrero, que por sus siglas, parece burlarse del pueblo.
Desde allí y sin preocuparse por hacer verdadero trabajo a favor de los guerrerenses, es decir, trabajo sustantivo en lo que tiene que ver su responsabilidad en una secretaría tan delicada y estratégica, encamina sus baterías a impulsar a sus ungidos, como Celestino Cesáreo Guzmán, quien hace honor a su nombre, pues como fiel celestino, ha servido como alcahuete de los trucos y mañas entre poderes.
David Jiménez Rumbo, encaramado a sus ideas de guerrillero frustrado, y que no por eso debe dejar en casa su AR-15 o su AK-47, ha recorrido el estado pero no como funcionario responsable del desarrollo social, sino como cabeza de un grupo hilarante, que coloca a candidatos aquí y allá, y que sin duda, se adelanta a los tiempos y se burla de las leyes electorales.
Ese es el personaje, sin duda, más vistoso, atrás de él y a sus lados, hay otros que hacen vida política, y se mueven en torno a su imagen, pero lo hacen de manera más disimulada, en algunos casos, digamos, contados, se empeñan en su actividad como funcionarios, otros andan queriendo hacerle segunda al Rambo de caricatura, y otros más, prefieren mantenerse callados, y hasta manejan un lenguaje binario.
El «basta a la luna de miel» que refiere el jefe del Ejecutivo, debe dar forma de manera congruente a este gobierno, ya que de otra manera, es decir, en caso contrario, ratificará que este estado es parte evanescente del País de las Maravillas, algo que no abona, de facto, a la buena gobernanza, sin importar las flores de los zalameros.
Lo dicho por el de Ometepec, es un anuncio importante, sin duda, y que abre el costal de las esperanzas, ese que el pueblo carga a cuestas, y que no obstante su enorme peso, no emerge ninguna, pues el nudo que lleva, se ha vuelto imposible de violar, gracias a la acción de esos que venden sueños, y elevan sus acciones casi divinas, para aterrizar en una miserable realidad.
Y más allá de eso, hay alcaldes que se mueven inquietos también, igualito que varios diputados locales, esa distracción, la del 2012, no les permite trabajar en su encomienda, pierden y gastan dinero en situaciones fuera del encargo, inclusive dinero público, con los que creyéndose muy inteligentes, ocupan para gestión con idea de hacerse publicidad.
Personajes de ese talante, simplemente no sirven, y simplemente han convertido al poder, en un botín arrebatado al pueblo de entre sus riquezas perdidas.

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