jueves, 3 de noviembre de 2011

COLABORACION

Horario de verano

Apolinar Castrejón Marino

¿Cómo le va de vacaciones? Bueno no son precisamente vacaciones, pero es un «puente» muy largo, que lo parece. De cualquier forma, es un buen tiempo para descansar del trabajo, de la escuela y de las obligaciones cotidianas. Y también se siente agradable sentir una hora de más al día, al terminarse el «horario de verano».
Aunque ya llevamos más de 10 años que México se integró al ajuste horario llamado «horario de verano», aún hay mucha gente que se dice molesta por esta «imposición del gobierno», porque dice que no advierte ningún ahorro en el pago de su recibo de luz, y hasta porque « se descompensa su organismo» ¡No manchen!
Con la delicadeza que siempre nos ha caracterizado, diremos que esos son unos ignorantes y unos estúpidos. Desde luego esos habladores, no saben ni cuánto cuesta un kilowatt/hora en nuestro país. Ni saben cuánto se ha incrementado el consumo de energía eléctrica desde que hemos sido invadidos por los teléfonos celulares, las Lap-top, las cámaras fotográficas digitales y de video.
Dicen pestes contra el gobierno, y no saben que desde el mes de mayo de 2001 se crearon las tarifas Domésticas de Alto Consumo (DAC) que incluyen DOS SUBSIDIOS, uno de «subsidio al consumidor» y otra de subsidio por «otras transferencias», gracias a las cuales el consumidor solo paga la TERCERA PARTE de lo que consume. Si no nos cree, mire su recibo de luz y encontrará los conceptos de «costo real por el suministro», y otro de «importe a pagar por energía».
La gente no lo sabe, pero a partir del año 2000, las empresas públicas generadoras de energía se vieron ante la necesidad de afrontar los requerimientos de una población que había dejado las zonas rurales para integrarse a las grandes poblaciones, en donde demandaban servicios eléctricos.
Antes las familias utilizaban la energía eléctrica solo para tener unos 3 focos, una licuadora, un radio y una plancha. Pero ahora tienen televisores, refrigeradores, computadoras, modulares, clima artificial, lámparas especiales, aparatos de video, teatro en casa, etc. A todo esto se le llama tarifas Domésticas de Alto Consumo (DAC).
Según el libro Tarifas Eléctricas en México de S. González-Broca, publicado por el M27sep-Sindicato Mexicano de Electricistas (balmaq@prodigy.net.mx) A la población siempre se le ha ocultado como se calculan las tarifas eléctricas y solamente los «especialistas» lo saben.
Y a partir del aumento a las tarifas para uso residencial en todo el país (1, 1a, 1b, 1c, 1d y 1e), el 8 de febrero de 2002, se complicó todavía más, porque ahora se aplican tres tarifas, la que ya existía, otra con aumentos hasta del 80.9 % y la nueva tarifa DAC, doméstica de alto consumo.

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