viernes, 18 de noviembre de 2011

COLABORACION

Con tinta sangre


Apolinar Castrejón Marino

Felipe Calderón Hinojosa se portó muy generoso en el homenaje a su Secretario de Gobernación, fallecido el pasado viernes 11 de noviembre. Lo menos que dijo de él fue que amó mucho a la patria, que era honesto y leal, y que nunca fue tocado por la corrupción.
El presidente podía expresar loas al fallecido, pues lo conocía desde que fue Diputado Federal por el V Distrito Electoral de Baja California dentro de la LVIII Legislatura. Cuando más tarde fue Diputado del Congreso de Baja California en la XVIII Legislatura (2004 al 2007) ya eran bastante amigos.
Lamentablemente, la mayoría de mexicanos «no teníamos el gusto» y solo sabíamos de él, lo que se veía en la «tele». Tampoco teníamos acuerdos con él, ni teníamos planes que realizar. Desde luego, nunca acordamos con él, tácticas ni estrategias políticas ni partidistas.
«Nicho» Pérez Jácome se encargó de dar a conocer a todo el país como fue el helicopterazo, y lo hizo tan puntualmente como si hubiera estado ahí viéndolo. Dijo que el aparato matrícula XC-UHM pegó primero contra un árbol y luego dio varias maromas golpeando sobre el terreno.
Apoyado en la experiencia del director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Gilberto López Meyer, aseguró que el helicóptero operaba en velocidad de crucero (¿?) en un terreno blando ascendente (¿?). También dijo que el artefacto voladora contaba con la normativa adecuada y que la nubosidad es la causa posible del incidente.
Todo este gastadero de saliva tenía el fin de convencer a la opinión pública que el helicóptero no había sido atacado desde tierra. Pues según parece, a las autoridades les preocupa demasiado que la gente piense que los delincuentes puedan atacar al gobierno o a los funcionarios.
Luego vino el otro asalto de la hipocresía, cuando docenas y docenas de personajes públicos enviaron sus condolencias. Decimos hipocresía, porque usted cree que Dolores Padierna ¿de verdad estaba muy consternada? Betty Paredes era sincera al exigir ¿Que se esclareciera los hechos?
Según las agencias de noticias nacionales e internacionales, «cientos de tijuanenses llenaron en su totalidad el teatro del Centro Cultural Tijuana (Cecut) para rendir un homenaje póstumo al secretario de Gobernación y sus colaboradores José Alfredo García Medina y Diana Miriam Hayton Sánchez».
Al encabezar este homenaje, el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, resaltó la labor de los tres funcionarios bajacalifornianos. Funcionarios y personajes de la iniciativa privada, familiares y amigos, despidieron con un minuto de aplausos a los fallecidos.
14 de julio de 2010 fue nombrado Secretario de Gobernación por el Presidente Felipe Calderón. Lo que los mexicanos esperaban de tan encumbrado personaje era que tuviera respuestas precisas a los reclamos de la ciudadanía. Queríamos que supiera establecer orden y seguridad en el ámbito político nacional ¿Quién de nosotros lo vio?
Viajaba y presidía reuniones y acuerdos con los gobernadores, con los procuradores, con los congresos locales, seguramente con el propósito de disminuir la delincuencia y la inseguridad. El gobierno debe convencernos que siempre obtuvo buenos resultados. Calderón debe volver a decir que tiene las manos limpias.
«No hay quinto malo» era una expresión muy difundida en la tauromaquia, esperemos que aplique en la política, y que el quinto procurador que habrá en este sexenio (Juan Marcos Gutiérrez), dé un poco de certeza a la maniobras políticas de Calderón estos pocos meses que le quedan de vida.

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