jueves, 16 de febrero de 2012

COLUMNA

Sin Concesiones


Armando Patrón


Las presuntas encuestas en las que casi se definen las candidaturas federales dentro del PRD, no son más que una imposición de lo más sucio que existe en ese partido, donde los líderes se reparten libremente los espacios de representación popular, haciendo a un lado a los verdaderos dirigentes que han realizado un trabajo intenso en beneficio de la ciudadanía.
Está claro que la filtración de las encuestas es una estrategia de los grupos de poder al interior del PRD, que se están repartiendo el pastel en detrimento de la democracia, y contraviniendo los estatutos y los principios.
En el PRD está pasando lo mismo que en el PRI, donde la dirigencia estatal, está palomeando a quienes ellos creen conveniente, a los que les permitirán conservar sus espacios de poder.
Mientras en el PRI, las candidaturas las decidió el grupo que encabeza el ex gobernador Rubén Figueroa, en el PRD, los chuchos son los que se están repartiendo el pastel, pretendiendo otorgar candidaturas previo acuerdo con los nombrados.
A muchos precandidatos del PRD, no se les conoce, no han realizado un trabajo político que los avalen como fuertes aspirantes a las diputaciones federales, pero sí se han mostrado dispuestos a realizar alianzas, negocios, cochupos y acuerdos con el gobernador del estado Ángel Heladio Aguirre Rivero y los chuchos.
David Jiménez Rumbo, un personaje ruin y perverso, pretende ser alcalde del Puerto de Acapulco a toda costa, con la finalidad de seguir adueñándose del erario público, con el propósito de seguir saciando sus ansias de poder y de dinero.
El ex senador y dirigente del grupo «Nuevo Guerrero», se le ha olvidado que el PRD en la última elección en que compitió por la alcaldía se quedó en el tercer lugar, abajo del partido Movimiento Social, que llevó como candidato a su dirigente nacional Luis Walton Aburto.
Pero, Jiménez Rumbo, un personaje ególatra, torpe y presuntuoso, es un hombre sin memoria, sin principios, sin ética. Lo único que gira en su alrededor es la ambición por los lujos y el poder. No se le conoce una sola obra o acción de importancia en beneficio de la sociedad. Durante muchos años, Jiménez Rumbo atacó a López Obrador, le puso un sinfín de calificativos y apoyo fuertemente la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República. Ahora pretende ser alcalde de Acapulco. Es algo aberrante. El candidato natural de las izquierdas es Walton y el lo sabe.

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