martes, 13 de marzo de 2012

COLUMNA

El lenguaje de los políticos

Apolinar Castrejón Marino

A mediados del siglo pasado se creía que la adquisición del lenguaje, como cualquier otra destreza humana, se producía por medio del aprendizaje y de la asociación.
 Pero un joven de 29 años llamado Noam Chomsky apareció con una nueva teoría: que hay un dispositivo cerebral innato para aprender y utilizar el lenguaje en forma instintiva, al cual llamaba precisamente, «órgano del lenguaje».

Su obra Estructuras Sintácticas escrito desde 1957 pero publicado hasta 1975, revolucionó desde sus cimientos al estructuralismo y a la psicología conductista, vigentes por entonces.
Y mire usted, 65 años más tarde Felipe Calderón nos vuele a sorprender con su habilidad para el manejo del lenguaje para transmitirnos diariamente una sarta de mentiras, que insultan nuestra inteligencia.
Y aún se da el lujo de creerse gracioso, ingenioso, y ocurrente. Bueno, también los 3 principales candidatos a la presidencia se esmeran por dominar la oratoria hueca y podrida, cultivan con esmero la retórica de lo absurdo, y su cosmovisión es el limbo.
Sus frases, lemas y axiomas revelan cuanto desprecian nuestra inteligencia: «Pasión por servirte», «Por amor a nuestra tierra», «Mi destino es tu bienestar».
Hoy en día podemos evitarnos la difícil tarea de ubicar ideológicamente a los dirigentes políticos. Tampoco tenemos por qué ocuparnos demasiado tiempo en entender los postulados de las agrupaciones políticas.
 Los partidos son organizaciones con mínimos matices, casi clónicas, y los candidatos son intercambiables fácilmente.
En México, hasta tenemos «autoridades ciudadanas» que ayudan a que los actores políticos se pongan de acuerdo.
Solo que sea para monologar, rendir culto a líderes mutantes y transferibles, y repartirse gigantescas cantidades de dinero de nuestros impuestos. Todos se mueven de espalda a la Constitución, a la cual sin embargo citan y dicen venerar.
Todas las «ideologías» están incluidas: Derecha, centro e izquierdas. Sin embargo solo hay 3 lagartos para escoger ¿Usted confiaría su vida y su patrimonio a un lagarto (a)? Pues no hay de donde escoger.
Todos son partidarios de los debates, porque ahí hablan de todo, y cada quien hace sus «propuestas» como sordos, sin atender a la crítica, y sin preocuparse por la factibilidad o posibilidad de lo que proponen.
Todos dicen muy poco de política, y solo simulan un coloquio que nunca termina, porque en realidad jamás empezó.
Todos son exactamente lo mismo.
Pero algunos son tan grotescos, que los privilegios que reciben ellos y los sectores que representan no les alcanzan, y cada día quieren más. En el colmo de la voracidad, unos pocos acumulan un puesto sobre otro, y no permiten que ingresen otros…ni de su mismo partido.
Entonces se presenta el canibalismo político, la lucha de grupos, de tribus y de «corrientes políticas». Pero los caciques no dejan nada a la casualidad, y por ello recurren a las amenazas, los secuestros, y los asesinatos. Este es un clima de «violencia institucional».
Nos agreden, impiden nuestros derechos y nos quitan el dinero que con trabajo ganamos.
Tienen secuestrado nuestro futuro y el de nuestros hijos. Y aún pretenden dominar nuestra conciencia, diciéndonos que solo ellos pueden gobernar, y nosotros nos vamos a ir al infierno si no votamos.

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