martes, 13 de marzo de 2012

PRIMERA PLANA

Falleció el primer Barman de
México, vivió en Chilpancingo

Texto y fotos:Javier Francisco Reyes.—Apenas el primero de abril cumpliría 95 años de edad, quien fuera el «Primer Barman de México», quien vivió en Chilpancingo sus últimos 33 años, en donde trabajó en diversos negocios de hoteles y restaurantes, unos lo conocieron como Don Gon, otros como Don Chalo y otros más como El Capi.

Nació el primero de abril de 1918 en San Miguel Tenango, municipio de Zacatlán de la Manzanas, Puebla, y falleció a las 19:30 horas del pasado 9 de marzo en la clínica del ISSSTE a consecuencia de «septicemia», «derrame pleural» y poitorax, dicho en castellano de una infección pulmonar.
Don Gonzalo Hernández Pérez desde los 15 años de edad comenzó a trabajar enrolándose primero en el Ejército Mexicano en caballería en el estado de Veracruz, en donde acompañaba a su madre Carmen Pérez Hernández a vender sus productos, para ayudar en el gasto a su padre Prisciliano Hernández Hernández.
Posteriormente se vino a la ciudad de México a trabajar al Campo Militar número uno, y como ya no le gustó andar de soldado, solicitó su baja a las autoridades castrenses, fue cuando conoció a su ahora desaparecida esposa Guadalupe Muñoz Bello, quien también ya dejó de existir el 13 de mayo de 1999, ella era originaria del barrio de San Francisco de Chilpancingo.
Ambos procrearon a dos mujeres Ema y Maribel quienes también contribuyeron con nuevas generaciones, la primera vive en Acapulco y la última en Chilpancingo con quien vivió en los últimos años.
 De los 95 años de edad, don Gonzalo Hernández Pérez, destinó 80 años a la gastronomía y hotelería tanto en la capital del país como en Guerrero, entre otras ciudades Acapulco y Chilpancingo Don Gon ofreció sus mejores oficios como mesero, capitán de meseros y Barman, en la capital del país, entre otros negocios trabajó para el restaurante «Ambassadour»—en francés Embajador—, en donde atendió a presidentes de al república, artistas como los Dandys, Los Panchos, Irma Serrano La Tigresa, en tanto en «El Kukú» conoció y sirvió a periodistas y escritores de gran renombre nacional.
Cuando laboró para esa negociación, y para los hoteles de la cadena Fiesta Americana, la empresa «Pedro Domecq» convocó a un concurso «El Mejor Barman de México», y logró obtener el primer lugar, por lo que se le nombró desde entonces como «El Primer Barman de México» por allá en el año l964.
 Don Chalo, como también se le conocía era trilingüe, hablaba náhuatl, español e inglés, por lo que podía trabajar en los restaurantes y hospederías de gran hotelería, y cuando decidió trasladarse a Acapulco, entre las negociaciones en donde prestó sus servicios profesionales entre otros en El Caleta, Club de Pesca, Roman Palas y Fiesta Americana.
Ante el desempleo que desde siempre ha enfrentado el puerto de Acapulco en la industria sin chimineas, y como estaba sindicalizado El Capi, sus líderes del sindicato gastronómico, barroteros, similares y conexiones, lo comisionaro a Chilpancingo a ocupar una plaza.
Por allá en 1979, llegó a prestar sus servicios a los empresarios del hotel Laura Helena y lo pusieron de administrar del bar «El Quijote», en donde se daban cita políticos, empresarios y hasta periodistas, y por su trabajo conoció a muchos personajes de la vida pública.
Ya aclimatado en el manejo de la gastronomía y bares en la capital del estado de Guerrero, lo fueron conociendo por su formalidad y responsabilidad en su trabajo, por lo fue contratado para que se hiciera cargo de la administración del restaurante «La Carreta» del desaparecido periodista José Luis Nava Landa y como fue asesinado, se cerró y buscó un empleo en el restaurante-bar «Los Caporales» de Juan Jiménez que se ubica en la avenida de La Juventud, al sur de esta capital, ahora está rentado por su dueño.
 Ahí entregó sus últimos años como capitán de meseros, de donde fue jubilado, por comenzar a tener problemas auditivos y fue pensionado por el Instituto Mexicano del Seguro Social de donde recibía un simbólico pago mensual para mantenerse.
Durante su vida trabajó en todas las oportunidades que le ofreció la vida, inclusive hace 8 años, fue contratado como velador cuando se construía la galera de Lináloe Impresos editora de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo y el semanario El Matutino de Guerrero.
A pesar de sus casi 95 años de edad y que los cumpliría el primero de abril, era un hombre fuerte, lúcido, auto suficiente, y solo se iba de compras a los mercados, leía el periódico y medía 1.75 de altura.
Aparentaba no estar enfermo, pero siempre vigilado y atendido por su hija Maribel Hernández Muñoz y su nieto Sabdy Adil Avila Hernández, cuando era pequeño su abuelo lo cuidaba y le daba de comer, y ahora es todo un profesionista como arquitecto egresado con el mejor promedio y titulado automáticamente de la Universidad Autónoma de Guerrero.
La noticia se conoció que el miércoles pasado por la tarde se había enfermado don Chalo, y fue internado de urgencias en el hospital del amigo y el niño del ISSSTE, en donde lo intervinieron quirúrgicamente del pulmón y lo entubaron.
Pasaron las horas y su familia luchó para salvarle la vida con la ayuda de los médicos, pero estos no pudieron hacer nada, porque el viernes a las 19:30 horas los galenos lo declararon muerto.
El Primer Barman de México, fue velado en la capilla dos de la funeraria «Chilpancingo» de la calle Hidalgo, y el sábado a las dos de la tarde fue llevado a la iglesia de San Francisco en donde se le ofreció una misa de cuerpo presente y posteriormente fue despedido en donde vivió sus últimos años en la colonia Revolución.
La familia, amigos y conocidos lo acompañaron a las 16 horas del sábado hasta su última morada del panteón nuevo municipal, que se ubica al norte de la ciudad, ahí a nombre de la familia Hernández Muñoz y Hernández Pérez, su sobrino político, Salvador Silva Barrientos agradeció el apoyo.
Hizo hincapié que «El Tío Gon, era un hombre fuerte, con mucha fortaleza, trabajó con honestidad, era un hombre de bien». Efectivamente fue un hombre que trabajó toda su vida en la hotelería y gastronomía de este país y de Guerrero. Descanse en paz don Chalo.

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