jueves, 12 de abril de 2012

COLUMNA

El Alacrán

¡SALIMOS FELICES Y REGRESAMOS INFELISES DE VACACIONES!

 Entregamos el hotel cinco estrellas, llamado «Gloria», la marabunta estaba lista, entre quejidos, y gritos, emprendimos el regreso, sin antes pasar a la gasolinera, llene porfa el tanque, cheque mis llantitas, cheque el nivel del aceite y del agua me dirigí al Oxxo para llevar la reserva, le pregunté al empleado, ¿que vodka tienes?, contestó Paralín.No esa ¡NO! no tenemos de otra, tengo bacacho, mezcal.
Ni modo me sacrificaré dame la «Paralin», pagamos la gas y salimos con un calor tremendo, ella me dice Papi tengo calor entre las piernas, mira compré una botella de agua, pontela entre las piernas, porque esta haciendo mucho el calor, se la puso y comenzó a sobarme la pierna, los chamucos estaban dormidos, y se me hizo fácil hacerme a un lado de la carretera y saque mi vaso jaibolero que me regaló el gran hotel «Gloria», y me prepare un chingadazo, y como escusa de cualquier pendejo dije con el calor no se sube la bodoquita. No habíamos avanzado ni 20 minutos cuando vi. La botella que llevaba mí pareja y noté que estaba sacando burbujitas, la toqué y estaba caliente, caliente y ella con los ojos de borrego a medio morir, me dijo suavemente, tengo ganas, dame, espérate hasta que lleguemos al Papagayo, total que le metí el fierro duro y llegamos al Río Papagayo. Niños es hora de remojar la mugre, métanse al río con mucho cuidadito, y yo con mucho cuidadito voy a cuidar a su mamá, total que salieron disparados como cualquier niño a meterse al agua cerramos el carro, y nos dirigimos sobre la orilla del river (Rio) a buscar un lugar íntimo para que el yucateco Camarón se echara un clavadito, en la Poza del Diablo. Nos quitamos los trajes de baño y hacerla como las telenovelas de la «telera», y entre el dolor del cabezón y las picadas del culo hicimos el amor. Imagínese entre Palmeras, la arena y el agua que nos llegaba hasta las piernas, sentíamos que estábamos en el cielo. Escuché unas risitas que salían detrás de una gran roca, traté de levantarme pero las piernas no me respondían, estaban temblando, van a ver cabrones cuando lleguemos a la casa, la mediana decía Papá, así hacen el amor las Iguanas. Llevábamos buena hora para el regreso, total que llegamos muy noche, la que me esperaba ir a las casas de empeño en donde se quedaron los anillos de bodas, el refrigerador, la televisión, la cámara, la esclava de los niños y así pasar lo que resta de las vacaciones. No sin antes comprar un desinflamatorio para el cabeza de Yucateco, por que caminaba como niño cagado. Estas fueron mis vacaciones.¿Cómo fueron las suyas?
 Los Quiere Cecilio

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