jueves, 26 de abril de 2012

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

**Dictaminan daños estructurales en la Escuela Primaria de la Col. Electricistas… **Mucho tiempo pasará para que se aplique un proyecto de construcción o reconstrucción…

Luego del terremoto ocurrido el 20 de marzo pasado, las autoridades se dieron cuenta de los daños causados por el movimiento telúrico en edificios públicos y particulares; la Subsecretaría de Protección Civil, a cargo de Humberto Quintil Calvo Memije, presuntamente «se puso las pilas» y realizó la revisión de las estructuras escolares, pero solamente las que fueron reportadas, quizá, vía telefónica, pues en otras implementaron el burocratismo de llevar un oficio, esperar dos o tres semanas, hasta que el «señorsubsecretario» autorizara la visita de valoración; eso ocurrió con la Escuela Primaria «Gral. Lázaro Cárdenas», ubicada en la Col. Electricistas de Chilpancingo,
cuyos directivos –en sus turnos, matutino y vespertino –enviaron el documento correspondiente para que los «trinchones» de Protección Civil se hicieran presentes y le dieran «su checadita» al edificio escolar; sin embargo, más de tres semanas estuvieron esperando, pese a que la estructura de la edificación sufrió varias rupturas desde el sismo ocurrido el 10 de diciembre de 2011, cuyo epicentro se registró en las cercanías de Zumpango del Río municipio de Eduardo Neri y pese a que se avisó a los de Protección Civil, éstos hicieron caso omiso de acudir a revisar el edificio; ahora bien, en esta ocasión, acudieron gracias a que se publicó un correo electrónico en un medio de comunicación, de otra forma no hubiesen acudido, por lo que la «revisión» ya se hizo, dictaminándose que serán dos edificios los que tendrán que ser reforzados o demolidos, pues representan un serio peligro para estudiantes y trabajadores de la educación; ahora mal, ya que se tiene el dictamen viene el engorroso trámite burocrático para gestionar la «recomposición» del edifico escolar y, así como se trabaja en nuestro país, seguramente pasarán varios años para que las autoridades se dignen a realizar, primero los estudios correspondientes, el proyecto de construcción o reconstrucción y, si se tiene suerte, dentro de unos cinco años se estarán iniciando los trabajos; o sea que, como decían los abuelos, «todo resulta junto con pegado»; mientras tanto, alumnos, maestros y padres de familia estarán viviendo «con el Jesús en la boca» cada que se dé un movimiento telúrico, pues se tendrá el fundado temor de que esos edificios se caigan, lo peor de todo es que los alumnos «damnificados» se han ubicado «provisionalmente» en espacios como la pequeña explanada que está techada y que también representa un serio peligro, en caso de un terremoto, pues la estructura metálica –se vio el 20 de marzo –se balancea peligrosamente sobre sus ocho columnas, lo que provocó el consabido temor de los chiquillos; en fin, esperemos que ahora, el gobierno también «se ponga las pilas» y atienda de manera pronta las solicitudes, de lo contrario habrá voces de protesta, de inconformidad, pues las instituciones educativas deben de ser los sitios más seguros que deben de existir en una ciudad; el gobierno ya debiera de dejar su inutilidad y priorizar este tipo de casos… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

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