jueves, 26 de abril de 2012

COLUMNA

La piel más gruesa


Apolinar Castrejón Marino

¿Qué animal tiene la piel más gruesa? Algunos dirán que los cocodrilos, otros dirán que los rinocerontes y otros pensarán que los burros. Pues fíjese que no, los animales que tienen el cuero más duro son los «políticos», especialmente los del Estado de Guerrero, en el sur de la República Mexicana.
 «Ni modo madre, hay te recuerdan esos pelados».
De este modo se expresaba cierto «político» guerrerense, al referirse a las noticias que transmitían por la televisión local, en las cuales lo mencionaban entre gritos, protestas y mentadas, debido a lo deplorable y corrupto de su función pública.
Algunas gentes se preguntan qué sentirán esos funcionarios que son repudiados con groserías, con insultos y con maldiciones.

¿Qué cara pondrán ante sus hijos a la hora de ver en los periódicos su carota de cínicos, su figura caricaturizada y sus poses ridiculizadas?
Por lo general, las acusaciones son directas y unívocas: «Se robó el dinero para comprar mansiones y automóviles», «Son una familia de corruptos que se han adueñado de cargos y puestos», «Es un inepto (o inepta) que no puede con el cargo»
¿Cómo hacen sus amistades para no hablar del tema en su presencia? Pues hacen burla y escarnio a sus espaldas. Se habla de que en todos los partidos hay corruptos, y los medios de difusión han festinado abundantemente a militantes de la oposición como el «señor de las ligas» y el «señor de los casinos».
Es vergonzante que se hayan robado algunos millones de pesos en sus cargos. Y también es reprobable que haya quienes sean culpables de nepotismo y de malversación de fondos públicos.
Pero ninguna de estas faltas individuales son comparables con las inmensas fortunas que han hecho los políticos priístas al amparo del poder: Fidel Herrera en Veracruz, quien obtuvo el premio mayor de la Lotería Nacional hasta en dos ocasiones seguidas, cuando era gobernador. Y lo cuenta entre burlas el que se llama a sí mismo como «El Tío fide».
La incalculable riqueza de Arturo Montiel en el Estado de México, de la cual preguntan a su pariente y actual candidato priísta Enrique Peña, quien se hace como el «Tío Lolo», para no responder.
Y ¿qué decir de los grandes caudales de René Juárez y sus hermanas en el Estado de Guerrero, uno de los estados más pobres de la República? La fortuna de la familia Moreira en Coahuila merecería un capítulo aparte, igual que la de los Figueroa en Guerrero y de los Baeza en Chihuahua. Esas si son fortunas, y eso si es corrupción.
El poder y la riqueza de la lideresa vitalicia Elba Esther Gordillo, el poder económico y la excentricidad de la familia Del Mazo, no sería posible sin la turbiedad del Partido Revolucionario Institucional.
 Y bueno, también se necesita tener la cara muy dura para pasar por líder carismático,
Como es el caso del Rey del charol René Juárez, quien se ha echado a cuestas el éxito de la campaña de él mismo y de la heredera de José Francisco Ruiz, porque según él, tiene un gran carisma, y la gente lo recuerda con cariño de cuando fue gobernador ¡Válganos el Señor!

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