lunes, 23 de abril de 2012

PRIMERA PLANA

Hacen cuentas
alegres tricolores

Jesús Pintor Alegre.CIUDAD ALTAMIRANO, GRO.—Números de la alegría y el tricolor de un pasón, llenaron este domingo el edificio del Comité municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el grito benevolente que encumbró sobre todo y sobre todos, al presidenciable Enrique Peña Nieto.

El pretexto había sido tomar protesta al coordinador regional de la campaña de Peña Nieto, José Luis Fernández Morales, expresidente municipal de Cutzamala, y al operativo, Héctor López Lóepz, acto a cargo del estatal, Héctor Astudillo Flores.
Alegría inusitada Dos lonas con el rostro del exgobernador del Estado de México, sostenidos en manos, escoltaron la pantalla del cañón multimedia, mientras Astudillo Flores, alcalde de Chilpancingo con licencia, daba los números de la ventaja sostenible y que colocaban a su abanderado, en una posición de inalcanzable.
En el evento se dieron cita todos los candidatos involucrados, e inclusive el impugnador Gustavo Juanchi Quiñones, quien fue exaltado en más de una ocasión por el dirigente estatal priista, Cuauhtémoc Salgado Romero, y el mismo Astudillo Flores en su oportunidad.
Antes de la toma de protesta, Salgado Romero dijo que ser dirigente en estos 7 días, no había sido fácil, y era realista en ello, pues era necesario «meterse de lleno» para la talacha política que se requiere y urge en este lapso en donde el PRI va en franco ascenso.
El diputado federal entre coros y gritos de furor de la asistencia, dijo que la labor se va a centrar en armar las estructuras: electoral y de promoción al voto, que por el momento son el reto mayor de los priistas, dijo como para encuadrar la emoción que fue tomada como tal.
Astudillo Flores se fue de inmediato a los datos duros, con las encuestas y los números: de Milenio marca el avance innegable del 53.2 por ciento a favor de Peña Nieto; el 25.9 de Josefina Vázquez Mota; el 21.9 de Andrés Manuel López Obrador, y un patético 1.0 por ciento de Gabriel Quadri.
Antes de que la gente pudiera reventar en su emoción, les aventó otros números más: a la colación PRI-PVEM, encabezada por Enrique Peña Nieto, le es reconocido un 50 por ciento, frente a un 29 de Josefina Vázquez Mota, y un 20 del Peje.
Un intento de porra por la felicidad de los priistas allí presentes, y hasta los ojos vidriosos de la emoción de varios de más al frente de los líderes priistas, impedido con otros números más en el movimiento de los datos de los candidatos.
Descritos así: la candidata del PAN se ha movido 29-30-29, el de las izquierdas, 23-22-20, mientras que Enrique Peña ha ido en ascenso en la simpatía ciudadana con un 47-47-50. Puntos que Astudillo llamó «inalcanzables».
Ahora bien, y tras superar los 10 minutos que había prometido utilizar para explicar, resumió en que los porcentajes de los últimos días eran: no obstante la guerra sucia, Enrique Peña, 55 por ciento; contra un 23.9 de Josefina Vázquez Mota, y un 19.1 de Andrés Manuel López Obrador.
LA CONFERENCIA Los aplausos y los vivas que se entretejieron sobre sí mismos, abigarrados en su concepto de su íntima felicidad, abrazos aquí y allá, fotos con Astudillo Flores y Salgado Romero, con la idea de lucirlas en la sala del solicitante, su oficina, o para regalar.
Ya la invitación a la conferencia de prensa se había extendido, y los periodistas se agruparon en la oficina del presidente, René Gómez Medina, las cámaras y las grabadoras al quite de la sensatez, con las respuestas prontas y que palidecieron en un de repente.
El caso Juanchi Quiñones fue el central, de hecho opacó la intención del crecimiento porcentual de Enrique Peña Nieto, y hasta el coordinador estatal de la campaña del presidenciable, tuvo que esperar más de la cuenta. Cuauhtémoc Salgado Romero insistió una y otra vez: la culpa fue del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, no Víctor Valencia de los Santos, el exdelegado con funciones de presidente estatal del tricolor, y llamó al hecho de quitarle la candidatura a Juanchi Quiñones como una mala decisión.
Preguntas sobre el caso y otra vez la culpa sacudida. Al rato el tema del incremento del IVA del 15 al 16 por ciento, que ayudó al estado, que le trajo más recursos y se hizo más obra.
Y el revire: no como hay quienes votan en contra del presupuesto del estado y lo niegan, en clara alusión al perredista y actual candidato al Senado, Armando Ríos Piter, aunque no quiso mencionarlo por su nombre para no crear polémica, dijo.
Y más tarde, como que en disimulo, la intervención del coordinador estatal de Peña Nieto, Astudillo Flores, quien asentó que la campaña del presidenciable no iba a salvar a ninguna campaña, como el efecto López Obrador, que previo al 2006 hizo ganar a perredistas sin hacer campaña inclusive.
Los priistas en franco ascenso, en elevación y hasta arriba, casi sin tocar baranda, dejó la lectura Astudillo Flores en una alegría matizada con nada, pues era franca, muy franca, emoción que carcome a la propia alegría que se pierde en sus conceptos en esa tarde dominguera…

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