jueves, 3 de mayo de 2012

COLUMNAS

La Jaula de Dios

Jesús Pintor Alegre

De cultura y demás yerbas. En este cuadro de la desolación priista donde su candidata a diputada federal por el 01, Verónica Moñoz Parra se presenta en Ciudad Altamirano y que muchos no querrán acompañarla en solidaridad a Gustavo Juanchi Quiñones, pero que al final se van a tener que alinear por órdenes superiores, tal como lo marca el dirigente municipal René Gómez Medina.

Pero bueno, si nos saltamos eso, hay una situación en la misma sociedad que se deshace en pedazos y que es la verdad absoluta.
Es de resaltarse que en la Convención estatal de periodistas celebrado en Ciudad Altamirano los pasados 27 y 28 de abril, se difundió una que ha alcanzado niveles mayores, y que es el tema de hacer de la radio, tanto comercial como oficial, culta y que aporte.
En la plática que se volvió chacota con el director del sistema gobiernista de Radio y Televisión de Guerrero, Misael Habana de los Santos, habló de eso precisamente pues se refirió a la música de banda, hay que aclarar que no exactamente narcocorridos como el columnista que firma como Euclides Acuña quiso inscribir, banda en sí, esas baladas lloronas de amor y desamor y cosas por el estilo.
 Ahora bien, el mismo Misael Habana, en un acto exagerado, le hizo al loco al decir que no se acordaba del nombre de Joan Sebastian, y sólo dijo que era un cantante de Juliantla, y cuando los periodistas que lo escuchaban le dieron el nombre, agregó: «es que soy ignorante de esas cosas».
El punto es el siguiente: la Antropología ha hecho un estudio muy preciso sobre la cultura y las artes, y que ha llamado pirámide cultural. Explica que en la parte superior y en una fracción pequeña, se encuentran las bellas artes, así mismo los amantes y seguidores de estas expresiones.
En la parte del medio y más grande que la primera mencionada, la cultura popular, allí se observa la manifestación cultural que sigue una disciplina, pero que está entre la gente, no muy arraigada en todos ni es del gusto generalizado, los ejemplos son varios: el dark, el punk, las danzas populares, como el de los chinelos, los viejitos, y allí por el estilo.
Y hasta abajo, en la franja más amplia y voluminosa, la cultura de masas. En esta está comprendida aquella gente que gusta del futbol, las telenovelas, los reallity shows, los jaripeos, que gustan de música de banda, narcocorridos o no, música lacrimosa de Los Temerarios, los Bukis, en un etcétera interminable.
El precepto «en gustos se rompen géneros», se complementa con aquello que dice «el respeto al derecho ajeno es la paz», luego entonces, no se trata de aplicar lo que para unos debe ser la verdad absoluta, pero para otros una gran mentira.
Así la felicidad es relativa y no a todos les resulta lo mismo. Hacer una radio culta y que aporte, digamos que es lo ideal, lo mejor se podría decir… pero vivimos en un mundo diverso.
Por lo tanto, no es posible uniformar a todos, y hacerlos seguidores de lo mismo, pues además de que sería del mismo tono, no habría unos que se sintieran más que otros, y por supuesto, todo sería de lo más aburrido, imaginarse una Tierra Caliente de puros amantes de la música clásica, elitista, gente que amara la pintura de alta escuela, la literatura en todos sus géneros, que en cada velación en vez de guardar luto, se les oyera discutir de técnicas y avances en tal o cual bella arte, es como que imposible.
 Nada es estanco en este mundo, y de cierto se afirma que nadie tiene la verdad absoluta.
Sería ideal, por supuesto, que México fuera un país de lectores, que México fuera sensible y menos indiferente a los males sociales, que ya no se regodearan volteando el periódico para ver en todos los ángulos el rostro cadavérico del que creen conocer, sería interesante escuchar a los conductores de combis hablando con propiedad y la voz engolada.
Sería ideal que todos en vez de TVynovelas llevaran a Gabriel García Márquez, a Carlos Fuentes, que se chutaran todos los días películas de Conaculta, que los jóvenes vistieran de Frank con cola de pingüino o con la ropa debidamente almidonada y planchada, y que caminaran como si todo les apestara… pero estamos en un mundo muy terrenal, y la utopía es eso, una simple utopía.
La magia de este mundo que si está descompuesto y pervertido, es un tema aparte, pero en eso recae su magia precisamente: en su diversidad, en que no todos somos iguales y que no todos pensamos igual, que cada quien aporta lo propio, da su firma, hasta los mismos artistas no son heterogéneos, viven su propia verdad y sus propios gustos.
Así la radio, la televisión y los medios escritos, así la comunidad, el municipio, la región, el estado y el país. Decir que Enrique Peña Nieto es ignorante y de lo más nefasto, para otros es todo lo contrario en este mundo donde se rige en dos vertientes: Con dos Dios o don Diablo, en la laxitud de la muerte y la vida.

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