lunes, 28 de mayo de 2012

POLICRÓNICA

132…Parece que hasta el momento nadie explica el origen, ni sus objetivos, ni quien impulsa el movimiento llamado «Yo soy 132», primero es una copia española y segundo, la esposa de un presidenciable tuvo la genial idea de manipular a los jóvenes, aunque éstos lo nieguen hasta el cansancio.
Para conocimiento de nuestros lectores, tienen que estar enterados, primero que el movimiento «Yo soy 132», es una idea de la esposa del candidato a la presidencia de la república de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, porque ella es egresada en Letras Iberoamericanas en la UIA Campus Puebla y se tituló con la tesis: «El arte de la memoria en la Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo.» Obteniendo también mención honorífica. Actualmente es estudiante de un doctorado en Teoría Literaria en la Universidad Autónoma Metropolitana, con una tesis tentativamente titulada «La teoría del héroe de Mijail Bajtin en La constancia y paciencia del santo Job, de Francisco de Quevedo». Sus temas de investigación han sido sobre Textos de la Conquista y los Siglos de Oro de la Literatura Castellana. Hoy en día trabaja como catedrática en la ciudad de México, en donde el mexiquense cayó en la trampa, en donde precisamente comenzaron las protestas contra su candidatura de Enrique Peña Nieto, porque según las encuestas mediáticas lo colocan en primer lugar de los cuatro que buscan ser presidente de México. Como la segunda esposa que tiene López Obrador, es una gente preparada, tuvo la genial idea de promover entre su alumnado que surgieran las protestas contra Peña Nieto, pero sin precisar que giro se le daría este movimiento, sino que horas y días después fue bautizado como «Yo soy 132», emulando el que surgiera en el 2011, en España como M-15 y casualmente en elecciones municipales. La explicación que tratan de dar los especialistas en opinión pública, es que los jóvenes están empezando a tomar las calles para hacerse oír. Acusada de estar dormida y vivir ajena a la realidad del país, la juventud parece estar tomando por fin la palabra. Pero habría que recurrir a la numerología es el símbolo de los dos movimientos. En México 132, en España 15-M (por ser el 15 de mayo cuando nació). Surgen en primavera en un marco de campaña electoral. En España iban a celebrarse las elecciones municipales y autonómicas de 2011 y en México ocurre en 2012 a poco más de un mes de las presidenciales y concurrentes con locales. Con las urnas a la vista, el germen hay que buscarlo, sin embargo, en la universidad. Meses antes de que en Madrid se produjera la multitudinaria acampada de protesta en Sol y las concentraciones diarias, unos alumnos de la Universidad Complutense lideraron la primera manifestación juvenil que se rebelaba contra un futuro incierto, una réplica de una protesta que se había celebrado semanas antes en once ciudades portuguesas. Esa manifestación se llamó Juventud Sin Futuro y su cobertura mediática fue espectacular. Todos los medios, con más o menos entusiasmo, se hicieron eco de ella creyendo que la juventud española se iba a echar a la calle en masa debido a las altas tasas de desempleo (40 por ciento para los de su edad), las inyecciones de dinero público a los bancos y los continuos casos de corrupción política que se estaban destapando. No fue así. Apenas unas tres o cuatro mil personas se congregaron en el centro de Madrid. ¿El movimiento había fracasado? Visto el primer resultado, sí. Aunque ya había quien discrepaba. Luis Alegre, profesor de Filosofía de la Complutense, dijo días después: «Tengo la sensación de que se han adelantado a lo que está por venir». Y acertó, los cimientos estaban puestos. Los chicos a los que el entonces presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, había calificado como «la generación perdida», por fin levantaron la voz. Su referente, paradójicamente, fue Stéphane Hessel, de 93 años, quien perteneció a la resistencia francesa y sobrevivió al campo de concentración de Buchenwald (Alemania). Hessel, en su libro Indignaos, escribió que «la peor actitud es la indiferencia» y llamó a los jóvenes a luchar contra su apatía. De ahí surgió el apelativo de indignados con el que desde entonces se conoce a los miembros del 15-M. Hessel dotó al movimiento de sentido y su publicación se convirtió en una especie de biblia para toda una generación. Entonces en México, ahora tenemos «Yo soy 132», nace como el movimiento español, entre libros y apuntes. Un grupo de estudiantes de la Universidad Iberoamericana asiste a una conferencia de Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI al que las encuestas dan como ganador. A medida que el político habla, el ambiente se va caldeando y, ante las palabras del candidato, lo jóvenes inician una cadena de abucheos. Es la primera vez en campaña que Peña Nieto, de traje impecable, vive una protesta tan clara frente a él y acaba refugiándose de los insultos en los baños. El político acusa a los jóvenes de estar manipulados y haber organizado la protesta de antemano, ante lo que los estudiantes, 131 exactamente, responden con un vídeo en el que dan la cara y muestran sus carnés universitarios. El vídeo de los chicos vuela por la red y acuña el nombre de lo que está por venir: «Yo soy 132». Posteriormente los jóvenes mediante convocatoria se citan en la Estela de la Luz de la ciudad de México, un edificio que se construyó para conmemorar el Bicentenario y que se ha convertido en un símbolo del derroche por el sobrecoste que supuso. Allí se lee un pliego que sienta las bases del movimiento. Aunque ocurre algo que el 15-M evitó desde el principio por todos los medios: en la marcha del Distrito Federal se critica abiertamente al priísta Enrique Peña Nieto. En España, los indignados eluden siempre hablar de partidos políticos en concreto, pero sí lanzan críticas hacia la clase política en general. Su lema más repetido: «Que no, que no, que no nos representan». Los dos movimientos tienen algo de espontáneos y son percibidos como un despertar de la juventud, pero a ellos se han acabado sumando gente de todas las edades. Apelan a la democracia. «Lo llaman democracia y no lo es», corean en la capital de España. «México, México», claman aquí, en un cántico patriota que en España, debido a fobias históricas, no se puede hacer. ¿Hay más puntos coincidentes entre los movimientos? Sí. Tanto en España como en México los partidos asisten al nacer del movimiento sin saber cómo actuar. Mientras les dejan hacer en la calle, en los despachos los políticos tratan de achacar al otro la responsabilidad de las protestas y se acusan de estar tras el movimiento. El PRI al PAN, en México; el PP al PSOE, en España. Tanto el 15-M como 132 atacan a los medios de comunicación, aunque los dos celebran su presencia en ellos, conscientes de la importancia que tienen para su supervivencia. Pero hay una diferencia importante en este apartado. En Madrid se critica a la prensa pero no es el fondo de la protesta. Es algo colateral. En México, sin embargo, es parte central. Los jóvenes mexicanos acusan a los medios, sobre todo la televisión, de apoyar descaradamente a Peña Nieto. «Nuestra preocupación se deriva del estado actual de la prensa nacional y los medios de comunicación, así como de su papel político en el contexto democrático». Pese a las similitudes, las diferencias entre uno y otro movimiento son importantes. Los contextos son diferentes. En México, a los jóvenes les preocupa la violencia, la pobreza y la llegada inminente del PRI al poder, que ya sostuvo durante 70 años. Esa particularidad no existe en el país europeo. El descreimiento de los indignados es más general contra la clase política. Los casos de corrupción se han repetido constantemente en los dos partidos más importantes. Además, la situación económica del país es crítica, a diferencia de lo que ocurre en México. ¿Qué ocurrirá ahora con Yo soy 132? Imposible saberlo. El 15-M nació en la calle, poco después de aquella tímida protesta que apenas congregó a gente, a la que le siguieron varias manifestaciones. Fue la idea de varias decenas de personas de hacer una acampada en la Puerta del Sol y su posterior desalojo por parte de la policía lo que dio alas al movimiento. A raíz de la acción policial, miles de personas se sumaron a las protestas y abarrotaron la plaza cada tarde durante varias semanas. Al ritmo que el 15-M crecía en número y se extendía por el resto de España, Sol se fue llenando de toldos y tiendas de campaña hasta convertirse en una pequeña aldea. Se construyeron bibliotecas, cocinas y grupos de trabajo bajo las carpas. Sol se convirtió en un símbolo para el movimiento y la acampada, unida a las concentraciones diarias, en su forma de presión. Las autoridades tardaron meses en actuar, conscientes de que su acción podría dar más fuerza al movimiento. Las asambleas se convirtieron, y siguen siéndolo un año después, en la forma de comunicación del movimiento español. En el mes de mayo sentadas multitudinarias en Sol mantenían las reuniones durante horas llegando a establecer un lenguaje de signos propio para la toma de decisiones. Brazos en alto y agitar de manos para decir que sí, brazos en cruz para decir que no. Un año después aquellos días de primavera, el 15-M sigue vivo en España. Las asambleas se mantienen en muchos barrios y grupos de indignados coordinan la defensa de las personas desahuciadas de sus casas por los bancos al no poder pagar la hipoteca. Pese a que el trabajo sigue, muchos recuerdan con añoranza aquellos días en Madrid en los que la plaza se llenaba cada tarde de miles de personas. Días difíciles de repetir. Para el movimiento mexicano, esa historia, si es que existe, aún está por escribirse. Puede que esto se quede en nada, que sean meros fuegos artificiales en plena campaña electoral. Puede que tras las urnas, o incluso antes, se cierre este capítulo para siempre. Lo que no conviene, por ahora, es darse media vuelta y pensar que no va a ir a ningún sitio, pero que aflorará la autoría de este movimiento, porque también ya comenzó la protesta contra la candidata a la presidencia de la república del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, en su visita Chihuahua, surgió un grupo de jóvenes que la encararon con protestas. En Guerrero, este fin de semana también protestaron en Acapulco contra el duopolio televisivo y Peña Nieto, pero no hay una definición clara que quiere y hacia donde va, inclusive el propio perredista Andrés Manuel López Obrador se declara «Yo soy 132»,seguramente es para sellar la idean genial de su esposa… y si no lo hace, pues lo mandarán a dormir a la tina o con el perro…Sesión…El Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, está convocando a los integrantes de la Comisión Política Permanente para la celebración de la IV Sesión Extraordinaria que se llevará a cabo el día 29 de Mayo del 2012 a las 19:00 horas en el lugar que ocupa el Salón Ometepec del restaurante Rancho Los Cedros; bajo el siguiente orden del día:1.- Registro de asistencia.2.- Declaración de quórum legal. 3.- Propuesta y aprobación en su caso de la lista de propietarios y suplentes de diputados de representación proporcional del Partido Revolucionario Institucional, para el proceso electoral constitucional 2012. 4.- Clausura de la Sesión…Frase...»La duda es la puerta de la sabiduría». Aristóteles.

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