miércoles, 27 de junio de 2012

COLUMNA

Pronósticos Políticos, Nacionales y Locales

Alberto Mojica Mojica

El primero de julio será una fecha trascendental para todos los mexicanos, no cabe duda. Pero para unos cuantos será definitiva y definitoria, pues cambiará el resto de su vida. Nada está escrito, pero hasta ayer martes todas las encuestas serias indicaban que el ganador será Enrique Peña Nieto, hasta las del mismo López Obrador, por un amplio margen que no dejará lugar a dudas, ni dará justificación a protestas poselectorales.

(Además, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales tampoco da margen a protestas justificadas, pues ahora prevé el recuento voto por voto y casilla por casilla siempre que la diferencia entre el primero y el segundo lugares sea menor a un punto porcentual del total de la votación nacional).
De este modo, podríamos decir que el escenario más probable tendría a Peña Nieto como presidente de la República haciendo mancuerna con su correligionario René Juárez Cisneros –quien ya tiene la senaduría en la buchaca, como solía decir en la campaña para gobernador en 1999– y con el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien sigue siendo su amigo, a pesar de haberse pasado al partido de enfrente.
Expresado en términos optimistas, eso significa que le irá bien a Guerrero, pues fluirían recursos y apoyo, gestionados exitosamente ya por el senador Juárez Cisneros, ya por el gobernador Aguirre Rivero.
Éste, por cierto, gozaría de una extraordinaria gobernabilidad, pues, según encuestas, su partido, el PRD, ganará al menos 20 de los 28 distritos electorales del estado, es decir casi carro completo, como en los mejores tiempos del PRI.
Vueltas que da la vida: si el tricolor no hubiera menospreciado a Aguirre, otro gallo le cantaría en Guerrero.
Y por si eso fuera poco, con excepción de Chilpancingo, perderá los municipios más importantes del estado, como Acapulco, que recién había recuperado, Iguala y Zihuatanejo.
Ahora que, si pierde Peña Nieto, no sucederá nada extraordinario, según lo ha demostrado su partido en las dos derrotas presidenciales que ya lleva al hilo. Disciplinados y pragmáticos, como son, los priístas mirarán hacia su siguiente reto y emprenderán la marcha correspondiente.
Pero, ¿qué sucedería con Guerrero si gana Andrés Manuel López Obrador? Bueno, considerando que Ángel Aguirre también es su amigo –pues nunca se pelea con nadie, y si llega a hacerlo, más temprano que tarde restablece relaciones y lima asperezas–, lo que puede esperarse es que fluyan los recursos y apoyos, gestionados tanto por el mandatario como por su otro amigo, el senador Juárez, al menos durante el tiempo que le queda de gestión al mandatario, que son poco más de tres años.
Ahora bien, si López Obrador pierde, pueden suceder varias cosas: que decida quedarse en el PRD, pero irse a su casa (o a La Chingada, el rancho que dice que tiene); que decida, otra vez, bloquear Reforma en protesta por lo que él llama «fraude electoral», lo cual lo llevaría a un conflicto con los moderados de su partido –quienes decidirían dejarlo solo en su aventura– y a una ruptura con ellos: los moderados se quedarían con la estructura, el membrete y el financiamiento, y Andrés Manuel formaría otro partido con su Movimiento Regeneración Nacional.
 Por supuesto que continuaría el préstamo de candidatos en las elecciones subsecuentes, como si nada pasara.
Pero ante esta debilidad temporal del PRD, el Movimiento Ciudadano de Walton, que ya es primera fuerza en Acapulco, trataría de convertirse en la primera fuerza política de la entidad, sobre todo porque el senador, según indican todas las encuestas serias, será el próximo presidente municipal de Acapulco, lo cual levantaría la moral a sus integrantes y les infundiría ánimo de victoria.
No hay que olvidar que la lucha por la gubernatura comienza al día siguiente de la elección del primero de julio, en cuanto se confirmen los ganadores.
En esa arena política competirán Luis Walton Aburto, por Movimiento Ciudadano; Mario Moreno Arcos –seguro presidente municipal de Chilpancingo– y Claudia Ruiz Massieu –gane o pierda la senaduría–, por el PRI, liderados por el entonces senador René Juárez Cisneros –quien ya no puede aspirar a ese cargo porque ya lo ocupó constitucionalmente–, y el entonces senador Armando Ríos Piter y Socorro Sofío Ramírez Hernández –solo si llega a ser senador–, por el PRD. Compre sus boletos desde ahora; la contienda es de pronóstico reservado. albertomojicamojica@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.