miércoles, 13 de junio de 2012

COLUMNA

Sin Concesiones

Armando Patrón

LA COFRADÍA «ASTUDILLO- MORENO ARCOS» Confiado en que la estructura electoral compuesta por personajes de dudosa credibilidad y por ciudadanos que ven en la dadiva y la limosna un aliciente en su larga ya trayectoria de pobreza, el ex alcalde de Chilpancingo y ahora nuevamente candidato a la presidencia municipal, Mario Moreno Arcos, se siente ya ganador de la contienda electoral, creyéndose además imbatible y seguro ganador.

 Entre Héctor Astudillo y Mario Moreno Arcos, la capital del estado se ha convertido en una de las más atrasadas en lo que a infraestructura y servicios se refiere, y esa cofradía ha empobrecido a miles de ciudadanos.
Se han privatizado los servicios públicos y la educación ha pasado a ser administrada por la familia Astudillo, dueña de varios centros educativos de esta capital, que solamente ofrecen ignorancia y desvergüenza.
Desde la época de Efrén Leyva Acevedo, pasando por José Luis Peralta Lobato, hasta llegar al clan de los Moreno y Héctor Astudillo, el robo del presupuesto se ha incrementado notablemente en detrimento de la ciudadanía.
Los impuestos han aumentado a diestra y siniestra sin que se haya dado una solución al gravísimo problema del agua potable.
Las calles y avenidas de Chilpancingo se encuentran deterioradas, gracias a que siempre se ha utilizado material de mala calidad; obras de relumbrón existen al por mayor.
Los empresarios y pequeños comerciantes se han ido al despeñadero, gracias a los altos refrendos que cobra el Ayuntamiento para poder pagar a todos aquellos que han financiado campañas de un pequeño grupito de sátrapas.
La capital del estado de Guerrero, parece un pueblo bicicletero, donde los transportistas hacen y deshacen.
 Mientras un taxista o un trabajador del volante que gana en promedio diario más de 500 pesos y en un periodo de 15 a 20 años se hacen acreedores a de un permiso, miles de profesionistas tienen que lidiar toda su vida para llevar un mendrugo de pan a sus familias. Y esos vicios, esos hurtos de los transportistas han sido incentivados y solapados por el priismo,
Y es lamentable que sólo un pequeño grupo de personas que han destruido la capital, que no han tenido la sensibilidad para solucionar los múltiples problemas de la ciudadanía quieran venir a volver a gobernar, quieran apoderarse nuevamente del presupuesto, y además insulten con lemas que insultan las conciencias como «Experiencia y resultados».
 Pero lo más grave es que se diga honesto y honorable, cuando en su propaganda apoya a Enrique Peña Nieto, un personaje que busca la presidencia para que el país se convulsione aún más.
La desvergüenza de Mario Moreno no tiene límites. No merece gobernar por ser un truhan.

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