El priísta Jorge Luis Campos Espíritu, presidente municipal de Tixtla, custodiado de sus guaruras, sin preocupación leyendo un periódico, mientras le daban grasa a sus larguchos zapatos en el zócalo de Chilpancingo, en lugar de estar atendiendo a sus gobernados. (Leer PoliCrónica).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.