martes, 30 de octubre de 2012

ARTICULO


Acapulco en penumbras
Yeshica Melo de Mojica 

Entre los muchos asuntos que dejó pendientes la administración de Manuel Añorve Baños –concluida por Verónica Escobar Romo– está el asunto de las luminarias que no termina de instalar la empresa Óptima Energía, ni aun con el apremio del gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, tema que se torna más complicado cuanto más de él se hace público.
La empresa Optima Energía se comprometió a instalar 44 mil 490 luminarias en la ciudad –con excepción de la zona turística, según informó a mediados de este año uno de sus directivos– hasta antes del 30 de septiembre del 2012, es decir que tenía de plazo hasta el último día de la administración de Escobar Romo, cuando se llevaría a cabo la sesión solemne de cabildo en la que se tomaría el juramento a la nueva comuna jefaturada por Luis Walton Aburto.

El 26 de julio, 65 días antes de la fecha prevista, el representante de esa empresa informaba a Novedades Acapulco que ya se habían instalado 11 mil luminarias a un costo de 189 millones de pesos (sic), y que las restantes 33 mil 490 serían instaladas a razón de 2 mil 600 por semana durante agosto, 5 mil por semana durante septiembre.
Ya desde entonces las cosas olían mal en este asunto, porque esos 189 millones de pesos, divididos entre 11 mil luminarias, dan un costo de más de 17 mil pesos por unidad, cifra sumamente exagerada, por más que se hubieran instalado los focos más costosos del mundo con las fotoceldas más sofisticadas del sistema solar, pues lo único que se tenía que hacer era cambiar la lámpara vieja por una nueva, y de paso cambiar la celdilla fotoeléctrica, que es el dispositivo que las prende y apaga automáticamente.
Bien, al momento de redactar estas líneas han transcurrido 27 días desde entonces, pero la situación no ha cambiado. Sólo han sido instaladas 23 mil, y eso que el programa comenzó en noviembre del 2011, a razón de 70 luminarias por día, menos de 500 a la semana, cifra muy lejana a las 2 mil 600 semanales que prometió el ejecutivo de Óptima Energía en aquella entrevista.
Pero, si se toma al pie de la letra la declaración del directivo, no se entiende la causa del retraso: dijo que el contrato firmado con el ayuntamiento estipula que el trabajo será financiado por la empresa, que empezaría a cobrar el 1 de octubre, cuando –se supone– ya hubiera concluido la instalación de los focos. No podría, por tanto, alegar que el retraso se debe a que el ayuntamiento le debe dinero, pues no es el caso.
Claro que tampoco el gobierno podría alegar que la firma se robó o jinetea el dinero, pues se trataría de su dinero.
Luego, el 17 de julio, el mismo gobernador Ángel Aguirre acabó por redondear la confusión: al cuestionar el ostensible retraso de la empresa lo hizo a partir del supuesto de que los 40 y tantos millones que costaría la obra son recursos públicos, lo que no concuerda con lo dicho por el representante de la firma.
Añorve pidió licencia el 14 de marzo de este año para buscar la diputación federal. Esta vez entró a sustituirlo Verónica Escobar Romo, quien durante cinco meses y medio probó las miles, pero también los sinsabores, de administrar un municipio rico, pero quebrado y saqueado.
Los tiempos se le vinieron encima a la empresa, y cuanto más se retrasaba en su programa, mayor era la acumulación de trabajo pendiente, que había que sacar adelante en el mismo plazo, que era cada vez más corto. Fue tal su retraso que la entonces alcaldesa llegó a decir que, para ponerse al corriente, Óptima Energía debería instalar 5 mil luminarias en un fin de semana, y otras 5 mil el lunes siguiente.
Hoy, toda la avenida Farallón está a oscuras, mientras que el resto de la ciudad lo está por sectores. En la lateral recién pavimentada de la avenida Cuauhtémoc, a su paso por El Roble, hay tramos a oscuras; en la Costera, entre el asta bandera y la playa Tamarindos –en la sacrosanta Costera–, las luminarias están apagadas.
Ha de ser por eso que, ya con director de Alumbrado al mando, la administración de Luis Walton va al quite, y desde este lunes se propone restablecer el servicio en las zonas más críticas, según su diagnóstico: el Paseo del Pescador, playa Tlacopanocha, avenida López Mateos y la zona de La Quebrada, playa La Angosta, y las avenidas Farallón, Ruiz Cortines y Cuauhtémoc.
Mientras tanto, el presidente Luis Walton ya alzó la voz de alerta: dijo que las lámparas sustituidas, propiedad del ayuntamiento, no aparecen por ningún lado, así como sus aditamentos.
Las únicas dos cosas que quedan claras en este novelón son: que es necesario que una persona con suficiente información aclare los términos del contrato entre el ayuntamiento y Óptima Energía, y que las autoridades correspondientes castiguen las ostensibles omisiones, cometidas por quien las haya cometido. El pueblo y la sociedad ya están cansados de políticos corruptos, mentirosos e ineptos.enlaceconjessy@hotmail.com

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