martes, 16 de octubre de 2012

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras 

Alfonso Cerdenares Domínguez

 —Graves anomalías detectadas en la Escuela Primaria «Gral. Lázaro Cárdenas» de la Col. Electricistas.—Lo peor del caso fue la expedición de los certificados de los alumnos egresados. 

 GRAVES HAN SIDO LAS ANOMALÍAS QUE HEMOS DETECTADO EN LA ESCUELA PRIMARIA «GRAL. LÁZARO CÁRDENAS», TURNO MATUTINO, UBICADA EN LA COL. ELECTRICISTAS, pero lo más preocupante es la complicidad de las autoridades superiores, esencialmente la del Supervisor Escolar, quien ha mantenido una actitud pasiva ante la ola de problemas que suceden al interior de ese centro educativo; a finales del Ciclo Escolar pasado, ya había rumores,
como un grito a voces, de lo que estaba pasando, de los ilícitos que se estaban cometiendo, como lo ha sido la falsificación de las firmas del directivo que estaba en funciones y cuya figura no han querido desechar, pese a haber nombrado a un «director provisional»; en julio pasado hubo inconformidades por la expedición de las boletas, las cuales mostraban una rúbrica que no había sido plasmada por el director de ese entonces, quien brillaba por su ausencia de la institución, dada la enfermedad que le aquejaba y de la que nadie está exento: el alcoholismo; esto lo llevó a cometer una serie de abusos, una serie de compromisos con algunos de los integrantes del personal docente y demás trabajadores que era imposible que les llamara la atención, dada la poca calidad moral que eso representaba; LO PEOR DEL CASO FUE LA EXPEDICIÓN DE LOS CERTIFICADOS DE LOS ALUMNOS EGRESADOS: además de la rúbrica falsa del directivo, colocaron mal el sello correspondiente con lo que prácticamente los «echaron a perder», lo que representó que ninguno de los alumnos egresados recibiera su documento en tiempo y forma; luego vino el inicio de curso de este Ciclo Escolar, al directivo se le aceptó o no se le quisieron fincar responsabilidades, bajo el compromiso de que cambiaría su forma de actuar, de controlar una enfermedad que ya lo tenía hasta el cuello, incluso se le sugirió que se tratara, que pidiera permiso por un tiempo a fin de que se repusiera; en tanto, alguno de los trabajadores quedaba al frente, como «apartando» su espacio; en un principio, aceptó sus fallas y prometió cambiar, pero, como se dice comúnmente, «a la primera de cambios», falló; volvió a las andadas y «alguien» decidió anexarlo, al menos eso se informó, tanto en la supervisión escolar como en la misma institución educativa; el supervisor se hizo como que «la virgen le habla», acusó de una ineptitud que ha demostrado desde hace un tiempo, dada su avanzada edad; sin embargo, tuvo que asumir su responsabilidad y acudir a la escuela para nombrar al «director provisional», dado a que el personal ya había avanzado en ese tema; claro está, no le gustó que se haya tomado la iniciativa y a regañadientes aceptó la propuesta; ahora, cuando todos pensaban que la falsificación de documentos había terminado, «alguien» que se niega a aceptar que el titular de la dirección ya no está, comete –tal vez por ignorancia –el mismo delito y plasma una firma falsa en un documento que se convierte en falso, olvidándose que existe una figura directiva, aunque «provisional», pero que existe, lo que representa una burla para quien ocupa el cargo; consideramos que es tiempo de que la autoridad actúe y ponga en su lugar a cada quien; que se destituya al inútil supervisor fincándole las responsabilidades correspondientes; por ende, que se castigue al o a los culpables de infringir la ley, porque a final de cuentas, está en juego la educación de los infantes; por ahora, no damos nombres ante el derecho de la duda, o para no perjudicar a los inocentes, pero eso lo haremos posteriormente y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

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