jueves, 18 de octubre de 2012

COLUMNA


Sin Concesiones


Armando Patrón


 HISTORIAS DE ALCALDES CORRUPTOS/parte I

Los medios de comunicación en el estado de Guerrero reportan: fraude en el Ayuntamiento de Acapulco, quebranto en el de Zihuatanejo, 200 aviadores en el municipio de Iguala, demandas en contra de los alcaldes priistas de Mochitlán y Tixtla. 
En suma más de 50 municipios del estado de Guerrero, en su mayoría gobernados por ex alcaldes priistas, presentan problemas en sus cuentas públicas, gracias al enorme saqueo perpetrado.

Mientras el gobernador del estado, Angel Heladio Aguirre Rivero, señala que habrá castigo a los ex alcaldes que provocaron quebrantos en sus municipios, los funcionarios salientes se carcajean, a sabiendas de que no serán castigados porque parte importante de esos millones de pesos, se utilizaría para comprar la presidencia de la República, y porque el comprador de la elección, Enrique Peña Nieto, les garantizaría impunidad.
Y sí, el binomio Aguirre Rivero-Peña Nieto, garantiza impunidad y no castigo a todos los alcaldes que saquearon las arcas municipales, que las autoridades responsables van a cubrir y solapar todo tipo de irregularidades. Así ha ocurrido en el pasado y así va a ocurrir ahora.
Cínico, el ex alcalde de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, exige que se castigue a los alcaldes que causaron quebrantos en sus administraciones, tratando de ocultar o desviar la atención de que dejó a Chilpancingo en quiebra, que saqueó y que se llevó a su casa lo que pudo. 
Tan sólo en el municipio de Chilpancingo, que fue gobernado por el ahora coordinador de los diputados priistas en el Congreso, Héctor Antonio Astudillo Flores, supuestamente se dejó en nómina a más de 3000 mil trabajadores, además de un adeudo millonario, que ha impedido a Mario Moreno Arcos pagar con puntualidad su quincena a todo su equipo de trabajo. Sólo Mario Moreno cobró esta quincena.
Los funcionarios de confianza del Ayuntamiento de Chilpancingo, no han cobrado su salario debido al enorme desfalco en que incurrió Astudillo, pero lo más grave es la complicidad del alcalde Mario Moreno Arcos, que ha adelantado que él jamás habló de demandar al ex alcalde y compañero de su partido. Brinda impunidad a cambio de canonjías políticas, mientras que el pueblo siga padeciendo esas tropelías.
La imagen de honestidad de Mario Moreno Arcos sólo era parte de un mito forjado por sus aduladores y empleados, porque lo sucedido actualmente en la administración capitalina, demuestran que es capaz de solapar corruptelas que más adelante le reporten jugosos dividendos.
Mario Moreno quien aspira a ser gobernador o senador de la República, pactó inmunidad para un personaje ampliamente ligado a la corrupción, por un  Héctor Antonio Astudillo Flores, considerado el más corrupto y cínico alcalde que se ha tenido en toda la historia de Chilpancingo.
Y hay que recordar que antes de que se terminara su administración, Astudillo,  mandó a desaparecer todos los postes metálicos que se encontraban en la Dirección de Servicios Públicos a  cargo de Hugo Rodríguez Villa, y que según trabajadores de esa dependencia, fueron vendidos a bajo precio a otros municipios. ¿Cuánto dinero le tocó a Héctor Astudillo y cuánto a Hugo Rodríguez Villa?.
Lo peros es que todos los que cometieron tranzas en la administración pasada, ahora están cobrando en el Congreso del Estado como aviadores. En esa nómina están Norma Yolanda Armenta, Cesar Armenta, Pedro Ocampo, Antonio Jiménez, Constantino García Cisneros. Todos los malandrines se fueron al Congreso del estado a seguir gozando de las «virtudes» de su jefe.
Mario Moreno Arcos, debe exigir a Héctor Astudillo Flores, los más de cinco millones de pesos que le entregó el entonces gobernador  Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, para que empezara a operar la planta tratadora de aguas negras.
A unos días de que empezó la administración de Mario Moreno Arcos, nada ha cambiado, los mismos vicios y corruptelas que dejó Astudillo Flores, se siguen solapando y estimulando. La privatización de los servicios públicos como la recolección de basura siguen adelante. Los Servicios públicos son deficientes, el agua potable no llega, los camiones de basura no cumplen su función, los aviadores siguen cobrando y Mario Moreno Arcos durmiendo. No puede una persona carente de honestidad combatir la corrupción, sino ser cómplice de más hechos vergonzosos y aberrantes.
Cuando Héctor Astudillo Flores, arribó a la Presidencia de Chilpancingo, hace ya cuatro años, por medio de su entonces síndico y ahora diputado por el PRD, Antonio Gaspar Beltrán, deslizó que Mario Moreno Arcos había dejado quebrado el Ayuntamiento, y ahora se comenta que fue al revés.
La primera vez que Mario Moreno fue alcalde, a su llegada había cerca de 1 800 trabajadores, al término de su gestión había 2 300, y ahora, después del gobierno de Astudillo,  hay cerca de tres mil empleados.
Resulta una burla para la sociedad, que Mario Moreno haya firmado un convenio con el Instituto de Acceso a la Información Pública, cuando nunca ha sido su política transparentar sus acciones, sino que su accionar se ha caracterizado por la opacidad.

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