COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesús Pintor Alegre

 Con la renuncia de Héctor Antonio Astudillo Flores a la coordinación de la fracción parlamentaria del Congreso del Estado, podría saltar a la pregunta sobre ¿qué pasará con el PRI?, sin embargo, resulta una pregunta estéril, pues ya todos saben de dónde vino el ramalazo, como le dijera Martín Mora Aguirre a las expresiones de la gente que los critican y no quieren dar su nombre.

Con el caso de Astudillo Flores ya es sabido lo que se cocina, y así como se vio la renuncia de Ángel Aguirre Rivero al partido de su corazón, para apropiarse del PRD, muchos podrían apostar que el ex presidente municipal de Chilpancingo, pronto podría irse del Tricolor.

Que sólo será cuestión de tiempo, y al rato, como para no sombrear el asunto, hasta pudiera pensarse que se convertiría en el candidato a gobernador amarillo, sin embargo hay mucho que tiene en contra, mucho sólo porque sí. Para empezar y como que para formar parte de ese todo que obnubila, Astudillo es un cartucho quemado.

Y bueno, en frente tiene a Armando Ríos Piter, y a un lado, como fiel perrito que no importa si es inteligente o no porque la chamba la hacen otros, Socorro Sofío Ramírez Hernández, entonces quizá de alguna manera u otra la puerta perredista pudiera estar blindada, sin olvidar, pero bajo ninguna circunstancia, el nacimiento de Morena, que quiérase o no, va a hacer ruido en los próximos años.

Y más grave aún, Astudillo, de convertirse en amarillo, que a nadie sorprendería y hasta muchos dirían que es el paso obligado, tendría la figura de otro ángel, el hijo del mandatario estatal, y que así a lo pronto, como dueño del PRD, borran no sólo las aspiraciones de Héctor Astudillo, sino incluso las de Ríos Piter y Sofío Ramírez.

No sería extraño, que Astudillo, al igual que su ex síndico, Antonio Gaspar Beltrán, dejara a su partido que ya lo han partido en mil pedazos sus mismos miembros y por ahora, si se pusiera en la bolsa de valores, lo cambiarían por un paquetito de pepitas de calabaza. El PRI en estos momentos está tan devaluado, pero de cierto, que hasta los colores dan comezón en la piel.

Ahora bien, el camino del adolescente cuarentón Figueroa Smutny, parece allanarse, así en esos tonos que no sólo lastiman sino que dan vergüenza en un PRI que ha perdido el camino y que sigue imaginando que los tiempos del caciquismo no debieron irse, y elevan sus lamentos al aire para gritarle a Dios que ha sido injusto con ellos.  

Y allá, a lo cerca, el supuesto dirigente del PRI estatal, Cuauhtémoc Salgado Romero, sólo da vueltas en su oficina, en la que ya ha hecho una zanja circular por la preocupación de ver que a él le está tocando ver cómo se desmorona la segunda fuerza política del estado y la primera en el país, es decir, al calentano le va a tocar cargar con la culpa histórica de que no supo qué hacer con su partido del que se dice líder.

Incluso trascendió entre esos rumores que se sueltan como que socarrones, que al líder del PRI, empleado de los Figueroa, estuvo a punto de sufrir un infarto por la impresión de lo que sucedió ayer, que empezó, si habremos de hacer un poco de historia, con el lodo que el mismo Smutny le aventó a Manuel Añorve.

Y que ahora la siguió con Astudillo Flores, quien ya le declaró la guerra a los Figueroa ayer mismo, cuando anunció su renuncia, por lo que también muchos dijeron que anoche no pudo dormir pensando en su futuro político, a pesar de ser un dinosaurio de gran talante, y que imagina que aún tiene mucho que aportar a Guerrero, así en esos tonos como lo ha venido haciendo hasta ahora.

Si habremos de concluir, el camino es claro: al cachorro cuarentón de los Figueroa, lo quieren sentar en la silla gubernamental, pero en verdad que el atole se les está haciendo engrudo, pues cuando menos en Guerrero, no se abre, así a lo pronto, más chance a un PRD desorientado, sino tal vez, a un Morena que pudiera resurgir de toda esta maraña.

Los paganos están en otro lado, del lado de los perdedores, al menos por ahora, está el PRI y sus caciques, y que de corbata se jalan al de Ometepec, que quiere hacer lo mismo en el PRD. Ya de su propiedad.