jueves, 15 de noviembre de 2012

COLUMNA


La Jaula de Dios


Jesús Pintor Alegre

Este sismo de 6.1 grados en la escala de Richter de acuerdo a los datos del Sistema Sismológico Nacional, y que su epicentro se registró a 26 kilómetros de Ciudad Altamirano, marca la oportunidad más clara que el gobierno del estado pudiera tener para que se reivindique con los calentanos.

A los pobladores de los nueve municipios calentanos, en una de sus escasas visitas a esta región, el gobernador, Ángel Aguirre Rivero ya les dijo que no están solos, como también ya lo anduvo diciendo por todo el estado, pero de cierto es que a Tierra Caliente parece que le tiene tirria, como diría el populacho.
Para este gobierno da la impresión que esta región no la considera parte de la entidad guerrerense, la ha desdeñado al cansancio, y ejemplos son varios, aún y los 200 millones de pesos ya liberados, de acuerdo al secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, para el hospital regional de Coyuca de Catalán, pues se sigue esperando, la tarjeta la Cumplidora en una demostración tácita del interés que el gobierno tiene por esta región, la devaluó a un 10 por ciento.
Varios amagos de su regreso a la región donde quizá porque ganó el PRI apretadamente, no sea perdonable para el de Ometepec, y tal vez también amarrado a los consejos de sus asesores, pero igual a un interés sea metódico y dosificado, pues en Acapulco se ve su mano, quizá con la idea de apuntalar a su hijo del mismo nombre, diputado local por ahora, para hacerlo alcalde del puerto.
Se ha dicho por aparte, que si lanza a uno de sus preferidos como Socorro Sofío Ramírez a candidato a gobernador, entonces y sólo entonces, podría empezar con obra en la región calentana, para amarrar l chance de una buena dotación de votos, una situación que por ahora, y de acuerdo a los resultados arrojados el 1 de julio de este año, y el 30 de enero de 2011, la Tierra Caliente carga ese lastre de la culpa.
Una culpa que Aguirre Rivero sigue sin perdonar, todo esto en el acto de la elucubración, y que deja muchas sospechas e ideas que se volatizan en sus propias volutas y se tragan con sus propios fantasmas. La Tierra Caliente está sola y sigue estando sola, hay que decirlo.
Fue mentira que no la abandonaría Aguirre Rivero, fue mentira la reactivación económica, fue mentira la eficacia del Operativo Guerrero Seguro, fue mentira todo ese circo que se armó con todo un dispositivo de seguridad y de la farándula política que se dio el 23 y 24 de julio pasado, cuando tras el grito de Javier Morlett Macho, el coordinador de los Diálogos por la Paz, había reportado el miedo que se sentía aquí.
Se trajo el gobernador a toda la plana política, militar y policiaca, en un acto que no dejó sino un espejismo o un reallity Show de esos con desgraciados y todo. Esta región tan desdeñada por el gobierno de reciente color amarillo pero con vivos tricolores, está abandonada, muy abandonada, pues los negocios siguen cerrados, un lugar en el que salvo las tiendas con inversión transnacional, ven el chance.
Tierra Caliente está sola, muy sola, y el sismo, con epicentro en la región calentana, no dice otra cosa que en efecto, es una oportunidad que ni mandada a hacer para el gobierno, pues la firma de Aguirre no se ve, y algunos, de dejarse venir Zeferino Torreblanca por acá, le podrían decir «señor gobernador», pues ese tipo soberbio más azul que amarillo, sí trajo obra, de mala calidad o mal planeada, pero allí está, y se le recuerda más vívidamente.
Este sismo debe reivindicar a Aguirre con la región calentana, al menos es lo que se espera, pero de eso a los hechos, también de cierto, hay un gran trecho, para lástima de los que creyeron en este político que sólo ve intereses de grupo y personales, con una carga de dolor que cala hasta los huesos. 

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