COLUMNA

El Grillito Sin Censura 

Alfonso Cerdenares Domínguez

 —La necedad de la Secretaría de Educación Guerrero.—Francisco Abarca Escamilla unió a institucionales y democráticos, pero en su contra.—Silvia Romero Suárez no tiene poder de decisión. 

 LA NECEDAD DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN GUERRERO, SEG, cuya titular es la maestra jubilada de Educación Preescolar, Silvia Romero Suárez, ha provocado que los maestros aglutinados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, CETEG, salgan a manifestarse por las calles principales de Chilpancingo, bajo la exigencia de destituir al Subsecretario de Planeación Educativa,

Francisco Xavier Abarca Escamilla, quien es acusado de ser un vil represor, pues pretendía caravanearse con sombrero ajeno, gracias al trabajo de tres de sus subalternos que se encargaban del manejo de un sistema digital para el control escolar; lo que SE DEBE DE RECONOCER A ABARCA ESCAMILLA ES QUE HA TENIDO LA TERQUEDAD NECESARIA DE UNIFICAR, TANTO A INSTITUCIONALES COMO A CETEGISTAS, PERO EN SU CONTRA, ya que ayer miércoles, fueron seis los secretarios generales de delegaciones sindicales afiliados a la Sección 14 de Hilario Ruiz Estrada, junto con sus huestes, quienes participaron en el bloqueo del primer cuadro de la ciudad capital; lo extraño de todo es que, de la parte «democrática», solamente una delegación estuvo presente; la gran mayoría de los trabajadores fueron de las oficinas centrales, la otrora delegación sindical más grande de la entidad que fue «infiltrada» por la parte institucional coludida por el patrón, lo que provocó que se fuera dividiendo poco a poco y, por tanto, ahora ya son varias las representaciones de trabajadores que «se mueven» en su interior, cada quien con sus intereses propios, algunos a favor de los trabajadores y otras para obtener beneficios personales; por lo que sabemos, la Secretaría de Educación Pública, SEP, envió a cada entidad un sistema de cómputo para el control escolar, el cual prácticamente no sirvió en la mayoría de los estados y Guerrero no fue la excepción, por lo que en el año 2007 sería reemplazado por otro sistema que nunca llegó; sin embargo, los tres trabajadores que ahora son acusados por Francisco Xavier Abarca Escamilla, en sus tiempos libres, crearon un sistema informático que sí resultó operable, tras lo cual, sin el respaldo total de la instancia superior salieron a capacitar a los maestros de todas las regiones de la entidad, a fin de que pudieran usarlo; de ahí que en los últimos años, las boletas de calificaciones que se entregaron a los estudiante de Educación Básica ya llegaran impresas a las escuelas y sí los datos eran actualizados a tiempo, ya conteniendo el promedio general y hasta el resultado de su acreditación; sin duda alguna, Abarca Escamilla trató de agandallarse el susodicho sistema y no pidió, sino que exigió a sus creadores le hicieran entrega de las claves de acceso del susodicho programa, sin que recibieran alguna retribución económica, que sería lo más justo; es más, nos enteramos que uno de los allegados de Abarca Escamilla fue felicitado y hasta premiado por la implementación del programa, carvaneándose con sombrero ajeno, pues él no fue su creador; como los trabajadores se negaron a entregar las claves para accesar al sistema, el «señorsubsecretario», con la mano en la cintura, los acusó ante la Procuraduría General de Justicia y ahora los «sesudos informáticos» enfrentan una demanda a todas luces injusta, todo por no haberse plegado a los caprichos de «su jefazo», Francisco Xavier Abarca Escamilla; desafortunadamente, al parecer, SILVIA ROMERO SUÁREZ NO TIENE PODER DE DECISIÓN, de lo contrario ya hubiera destituido al nefasto funcionario, al que debieran de aplicarle la Evaluación Universal, de acuerdo a sus funciones; si quiere quedarse con el software del sistema digital de control escolar, primero que demuestre que sabe manejarlo, que sabe cómo se elaboró y después que haga lo que quiera; definitivamente, los inútiles que nada hacen por la educación en Guerrero deben de ser corridos vergonzosamente y si Romero Suárez es una de ellos, lo mejor será que renuncie, pues le ha quedado demasiado grande ese saco, traje que –según rumores –ansía el propio Abarca Escamilla y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com