miércoles, 16 de enero de 2013

COLUMNA


Resquicio

Hipólito Marbán

 SALGADO GOMEZ: VIVE EN EL MUNDO, SIN SER PARTE DEL MUNDO, DESCONOCEDOR DE LOS DERECHOS HUMANOS  
El actual secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez, tal parece que vive en un mundo aparte, el mundo del que no pasa nada, en este nuevo siglo, ser parte del gobierno y del parlamento guerrerense, no es simplemente sentarse en el mullido sillón y sentirse un tlatoani, esperando la quincena y peticiones que solo llegan al archivo del olvido, tal y como a estado acostumbrado Salgado Gómez, hoy,
la ciudadanía le está perdido el respeto a las instituciones y por ende a los que en ese momento dicen representarlas, la incapacidad y falta de visión, es palpable, en que el estado debe de velar por los derechos humanos del mexicano, plasmado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por ende en nuestra propia constitución con igualdad de rango, derechos que los que presumen y se jactan de ser sus representantes, no conocen, excepto el plan improvisado de trabajo que se han traducido en traspiés continuos, el autodenominado, «grupo de autodefensa», que en su momento empezó en Huamuxtitlán, Olinalá, región de la montaña alta, hoy Ayutla y Tecuanapa, parte de la región de la costa chica, amenazando con extenderse a cruz grande (Florencio Villareal) y por todo el corredor de Ayutla-Tierra colorada, no es más que la desesperación de oídos sordos, y palos de ciego en cuanto a la prevención y combate al delito, para nadie es un secreto, quien desafortunadamente, ha tenido la calidad de agraviado, tener que soltar para la famosa «gasolina» a los ejecutores de la orden de aprensión, pomposamente llamados ministeriales, solo por el hecho, según de responder a órdenes del Ministerio Público, lo declarado por Bruno Placido Valerio dirigente principal de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), no es nada nuevo, ni descubridor del agua tibia, pruebas existen miles de expedientes en los diferentes juzgados inquisitivos distribuidos a lo ancho de nuestra geografía suriana, conformada en distritos judiciales, causas penales en contra de quienes se suponen que deberían velar por el interés de la patria, Salgado Gómez, debe de levantarse de su sillón, para medio revisar, las sendas de quejas administrativas, que por cierto se encuentran muy empolvadas, contra tanto, agentes auxiliares, titulares, y policías ministeriales, que no se han resuelto, ¡esto no es nuevo!, no existe quien limpie la casa, aunque la técnica en criminología, Marta Elva Garzón Bernal, se jactaba que sin excepción de nadie, limpiaría la casa, ósea la Procuraduría de Justicia del Estado, casa que aún le sigue quedando muy grande, con nulos resultados, en cuanto a la procuración de justicia, ¡nada que presumir!, el pueblo se está levantando, y por ende las instituciones y actualizaciones jurídicas, no servirán, mientras no existan personajes, que se comprometan en salvo guardar lo establecido tanto en la Convención Interamericana de Derechos Humanos como en la misma Constitución primaria del País, un derecho llano e indiscutible para el ser humano y gobernado,  porque recordemos, que, el cohecho, tráfico de influencias, la omisión, la complicidad, son parte esencial de la corrupción aunada la impunidad, impunidad que debe ser combatida de oficio, oficio caduco de Humberto Salgado Gómez, que solo denosta, la miopía de la verdad social y jurídica que exigen los nuevos tiempos.

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