lunes, 14 de enero de 2013

SUMARIO


Hasta los pájaros agarraron regalos en el 
festejo a periodistas en la «uagara», hoy 

 Tino Gatica/Colaboración Especial.- Más de 150 regalos fueron rifados este día en el desayuno convocado a periodistas, en donde el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Alberto Salgado Rodríguez los entregó hasta una parvada de «pájaros» así como a caza-premios que se presentan en toda clase de festejos, pero no se les observa en marchas ni protestas cuando la ocasión lo amerita.

«Ése no es periodista», «en qué periódico escribe» y «de quién es corresponsal o enviado» se escuchaba entre el gremio periodístico. Los gritos, la sorna y hasta la chapuza se enfocó en contra de los seudo periodistas. 
Sin embargo, esas expresiones no impidieron que el anfitrión y sus colaboradores de la UAG dejaran de entregar regalos, porque seguramente Salgado Rodríguez estaba satisfecho de su labor, y deseaba empezar bien el año nuevo con ese acercamiento con las chicas y chicos malos de la prensa.
Hasta el desayuno consistió en tres platillos distintos y al gusto: cecina, chilaquiles o huevo con salsa verde (estilo omelette), tal pareciera que estaba haciendo los honores a periódicos que han nacido bajo el auspicio de la sociedad como son este vespertino, o del Semanario El Matutino de Guerrero así como del diario estatal «La Jornada», esto es lo que se escuchó al ver sentados en la mesa de honor a Javier Francisco Reyes o Sergio Ocampo Arista, ejemplos del periodismo sin cortapisas.
Mesas y sillas instaladas en forma de «U» rodearon la mesa central en donde estaban el anfitrión de la UAG, Alberto Salgado Rodríguez y colaboradores. Al fondo estaban apilados y bajo la mesa diversos regalos que facilitarían el quehacer periodístico.
Después de su mensaje, preciso, conciso y chido, que no duró más de 15 minutos, Salgado Rodríguez empezó con la rifa, en donde una de las edecanes pidió una mano santa. Y como nadie apostó a ser el elegido para dar los números ganadores, es que el personal de apoyo empezó a recorrer las sillas para pedir a cada periodista que sacara un boleto.
Con esa suerte a espaldas de quien sacara un número se fueron dando a conocer los números de cada ganador o ganadora, que recibió de manos del anfitrión ya una grabadora, una computadora, una cámara digital y memorias de varias «gigas» aunque otros compañeros las confunden con «yogas».
En la mesa de honor, rigurosamente estuvo presidida por el rector Salgado Rodríguez y sus dos brazos fueron el secretario particular Eduardo Vidal Gazcón y su secretario general, Uriel Reyes Hernández. Trascendió que otros universitarios andaban en la campaña pie-tierra del candidato único a la Rectoría de la UAG, Javier Saldaña Almazán.
Cuando ocurrió que el rector de la UAG daría los regalos a los afortunados o afortunadas que tenían el número de la suerte, las frases que reprochaban al oportunismo no se dejaron escuchar, también porque es sabido de la simulación, como si fuera «pirataje» que se registra en este gremio.
Así es que pese al excelente trato del anfitrión, la molestia de varios periodistas fue evidente cuando observaban quién era el ganador, o que se sacaba de la chistera el nombre de un «periódico» inventado como ése denominado «La región de Acapulco» que causó extrañeza, pues nadie pudo reconocerlo o haber sabido que existiera.
Como dirían por ahí, son cosas de la vida y así pasa cuando sucede, pero ya los mismos encargados de despacho de oficinas de comunicación o de prensa deben empezar a propiciar filtros o que las mismas organizaciones y medios informativos acrediten a quienes se identifican como «periodistas». 
O lo mejor: que muestren sus respectivos créditos o nombres de los medios en donde escriben, publican o difunden sus servicios. Así se evita un gasto extra, porque en esas reuniones no están todos los que son, ni son todos los que están, ¿a poco no? 

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