viernes, 19 de abril de 2013

COLUMNA


Sin Concesiones


Armando Patrón

 Alicaído, desconocido y  lleno de ira, no se sabe si por su alcoholismo o por no haber podido poner de rodillas a los maestros guerrerenses, el gobernador del estado, el perredista Angel Heladio Aguirre Rivero, continúa empecinado en denostar la labor del magisterio de la entidad y maniobrando en contubernio con el Presidente de  Monex…. perdón de México, para que no se apruebe la reforma planteada por el Movimiento Popular Guerrerense.

Por lo pronto se habla del arribo a tierras guerrerenses de miles de policías federales que se suman a los más de cuatro mil que tienen copada a la capital guerrerense, y que generan un gasto inmenso que tiene que pagar el pueblo mexicano. Son miles de pesos que se tienen que solventar por concepto de alimentación y hospedaje de los policías federales antimotines, que llegaron con el objetivo de reprimir a los profesores guerrerenses.
A los policías federales antimotines, según rumores en corrillos policiacos y del Ejército mexicano, se suman más de dos mil elementos de la Marina Armada de México, que están alertas para detener a los integrantes de las policías comunitarias de los pueblos indígenas si siguen empecinados en defender a su gente de la delincuencia organizada y las propuestas del magisterio guerrerense.
Con una millonaria campaña mediática, el gobernador del estado de Guerrero por el Partido de la Revolución Democrática Angel Heladio Aguirre Rivero, desconocido como interlocutor y considerado como nada fiable para resolver los problemas sociales de la entidad, ha emprendido una campaña de poco tacto en contra de los padres de familia al considerarlos ignorantes y tontos, señalándolos de entes manipulados.
La otra campaña que desesperadamente ha emprendido es en contra de los maestros guerrerenses, que pelean por sus derechos, señalándolos de que no se quieren preparar y que la reforma constitucional aprobada en el Congreso de la Unión beneficia a todos. Para esta guerra sucia, ha recurrido ahora a sus antiguos compañeros de partido (PRI), como el alcalde de Coyuca de Benítez, Ramiro Ávila Morales y del alcalde de Ometepec, su paisano Atenógenes Vázquez Rodríguez.
Ramiro Ávila y Atenogenes Vázquez, en un desplegado en un periódico de circulación estatal, que por cierto lo pagó la Dirección de Comunicación Social del gobierno del estado que preside el solitario Aguirre Rivero, llaman a que los maestros regresen a clases, y según ellos reconocen la disposición del gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero,  «de atender y mantener un diálogo permanente con los maestros», pero sin reconocer que ese diálogo ha sido para solamente engañar y traicionar al magisterio guerrerense. Primero Aguirre les prometió que se aprobaría su propuesta, pero minutos después se deslindó y presionó al poder legislativo para que votara en contra. Su hijo y diputado local, Angel Heladio Aguirre Rivero votó en contra de los maestros.
A pesar del repudio del pueblo guerrerense, el gobernador del estado, continúa maniobrando y presionando a los diputados de los diferentes partidos políticos para que no aprueben la reforma educativa. Hace un llamado desesperado al PRD y a los diputados priistas y presidentes municipales, para que le lancen, loas, le endilguen calificativos de estadista y le manifiesten su respaldo. En la soledad de su gobierno recurre a los mejores vinos.
El Movimiento Popular guerrerense, debe prepararse para una lucha encarnizada en contra del gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien está decidido a recurrir a la represión con tal de que la propuesta de su amigo Enrique Peña Nieto, acabe con la educación gratuita y con los derechos laborales de los maestros.
Gonzalo Juárez Ocampo, ya alertó la continuidad del movimiento y es que desconfían de Aguirre Rivero y de que si hubiese seguridad en que mañana se apruebe la propuesta, no estarían llegando más elementos federales y de la Marina a la entidad. 

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