miércoles, 8 de mayo de 2013

BOLETIN


Concientización ciudadana, para
 no tolerar la ilegalidad:Martínez G.

Consciente que la Cultura de la Legalidad en una sociedad sirve como criterio para evaluar el grado de respeto y apego a las normas vigentes, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Jesús Martínez Garnelo, compartió que en una sociedad determinada «es un mecanismo de autorregulación individual y social… un conjunto de valores, normas, acciones y creencias que promueve que la población crea en el Estado de derecho, lo defienda y no tolere la ilegalidad».

Al término del Foro «Perspectiva de Género en la Defensa de los Derechos Humanos de la Infancia», donde compartió con niñas y niños parte de las experiencias recopiladas en su bagaje en la carrera judicial, recordó que «uno de los grandes rubros es, exactamente, este concepto de la Cultura de la Legalidad que nace en Grecia. Sostuvo que más que cultura, «es concientizar al ser humano» sobre lo que es socialmente aceptable.
Rememoró que hace tiempo un grupo de maestros le invitó para que un magistrado hablara sobre algo de cultura, sobre cuestiones de inseguridad hacia niños y niñas «y le dije que porqué un magistrado… podría ir un psicólogo  o un sociólogo, y me contestó que lo acompañara porque sabía que me gusta compartir ese tipo de experiencias». 
Recordó con cariño ese momento, porque a partir de esa plática se creó un texto sobre la cultura de la legalidad.
«Les dije ‘qué les parece si me ayudan con sus experiencias y escribimos un ensayo’. En menos de dos meses terminamos ese ensayo de Cultura de la Legalidad y es el libro de texto que se lleva en la mayor parte de los Bachilleres, por lo menos en el estado».
Martínez Garnelo, dijo: «Considero que en el Poder Judicial no estamos haciendo mucho pero lo importante es como cambiar los conceptos culturales, sociales y hasta emotivos en una persona que está trabajando desde hace mucho tiempo en un área respetable, pero que tenemos que darle la oportunidad. Cómo establecer esa parte sensible de que no hay necesidad de tener el mejor vehículo, de no tener las mejores instalaciones pero sí servirle a la sociedad, cómo hacerle para cambiar ese rol».
Sostuvo que lo más bello es esta parte tan especial de lo que el ser humano es y puede ser, tenemos mil pretextos, tenemos mil detalles.
 «Entrando en una semántica sin mayor preámbulo, sin establecer siquiera cuestiones de carácter etimológico o bien ponerle pinzas a los conceptos, el ser culto es tener dos rubros importantes, primero la información, hablar de cultura es hablar de dos dualidades, estamos informados de cosas pero eso no nos da cultura, que es el otro rubro que funciona al ser humano para el cambio.
La formación, ser culto es el personaje que recibe la información y además la transforma, esto es un concepto de cultura, formación e información; yo cómo me estoy formando para dar un cambio de vida a mis trabajadores, ¿cómo puedo cambiar mi razón social o  mi vida como contexto de cambio social? Siendo informados para poder formar, y esto no lo digo yo, tuvimos que rastrear realmente el origen del concepto cultural y no es enmarcar letras o idiomas, dialectos, incluso».
Enfatizó que cuando empezamos a manejar la cultura él no acepta que un nivel académico demuestre egoísmo, soberbia, maltrato al personal o a la gente conque uno está tratando: «He escuchado de mis jueces que los grandes conflictos que se dan cuando hay separación de pareja los únicos afectados son los niños… Qué difícil es hablar de una cultura emotiva.
Qué hermoso es mezclar dos conceptos: Recibo información para transformar mi conducta y decirle a la gente cómo difiere en el trato.

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